Raro

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Capítulo 27

Hace mas de cinco minutos que estoy en la sala de emergencias de la clínica, mi brazo no ha parado de sangrar y las ganas de matar a alguien van aumentando lentamente. La puerta blanca de uno de los consultorios se abre y de él sale una enfermera, me mira desentendida y sigue caminando como si nada.

-Pase.- un gruesa voz de hombre llama desde el consultorio y rapidamente me pongo de pie.

Sin ánimo alguno entro al consultorio y cierro la puerta. Al girarme lo primero que veo es a un castaño, de mediana estatura y amplia sonrisa... en este momento no se si sonreir o salir corriendo ya que el medico no es nadie mas que mi torpe cuñado, al cual no le confiaría ni un resfriado.

¿Qué pasará si se me infecta el brazo?

-Por favor toma asiento.- dijo esquivando mi mirada.

-Victor soy yo.- dije tratando de llamar su atención y simplemente tomo una pluma.

-Nombre y edad por favor.- pidió con una sonrisa mirándome por primera vez.

-¿Es enserio?- pregunte incrédulamente mientras me sentaba en la camilla a lo que él asintió- Gala McAdams, veintiún años ¿Creo?- respondí dudosa

-¿Qué te ha pasado?- pregunto acercándose a lo que me estire mi brazo.

-La novia de mi novio me clavo las uñas.- dije fríamente y algo confundida.

-Espera.- dejo mi brazo y me miro- ¿Que?- pregunto sin creerlo mientras comenzaba a sacar la venda.

-Ahora me conoces.- solte una carcajada y voló los ojos molesto- Resulta ser que Ulises tiene una novia la cual no entiende que él es mío... o era, como sea ahora me importa poco y nada.- dije moviendo las manos y él me pegó en la pierna.

-No te muevas que tienes algo enterrado.- rapidamente mire mi brazo, para luego volver a girar hacia él o mas presisamente a la piensas que tiene en su mano.

-Me llegas a tocar con eso y juro que te corto las pelotas con una cuchara.- amenazó y me miro con miedo.

¿Por qué amenazó a la gente con utensilios de cocina? ¿Estoy traumada? Bueno esa no es una pregunta muy relevante, es obvio que estoy traumada tengo una mente muy frágil, a quien engaño puedo matar a alguien sin sentir remordimiento alguno.

-Muy bien Gala te daré una anestesia para poder sacar lo que tienes en el brazo y luego poder cerrar la herida sin que te duela.- dijo con profesionalismo y lo mire seriamente.

-Me conoces desde... hace mucho, háblame con palabras claras y deja de lado el formulario- dije y asintió molesto.

-Muy bien respira profundo, sentirás un pinchazo en el brazo y luego el liquido frio esparciéndose.- asentí y lo mire con miedo- A la de tres... tres.- dijo para clavar la aguja.

-Maldito.- grité y comenzó a reir como el imbécil que es.

-Esa es la Gala que conozco.- acerco las pinzas a la herida y fije mi vista en la foto que hay en su escritorio- No es para asustarte pero tienes una uña clavada.- dijo con asco- En mis años de medico había visto algo tan asqueroso como esto.- una carcajada escapó de mi boca pero rapidamente calle.

-Mejor no doy mi opinión sobre tu carrera.- asintió y mire mi brazo- Esa perra me clavo las uñas, ya verá cuando la vea donde le clavare yo...-

-Muy bien cálmate o te daré un calmante.- rodé los ojos y centró su vista en mis ojos- ¿Me contaras que ha pasado esperaras llegar a casa y llorar en los brazos de Mikael?- preguntó Victor divertido.

-Prefiero no contárselo a nadie. Mi vida amorosa es vergonzosa.- respondí cabizbaja tratando de esquivar su mirada.

Sé que sus intenciones son buenas y se preocupa por mi... pero no tengo ganas de contarle mi drama amoroso a nadie, y menos a un imbécil como él.

-Simplemente..-

-Si esta bien te contare.- lo interrumpí negando- Resulta que Ulises y yo peleamos nuevamente.. lo deje, probablemente no haya boda.- me miro desentendió y le dedique una sonrisa- Estoy cansada de salir lastimada, no podemos tener una relación porque lo arruina todo, me esta arruinando la vida. Yo no soy así, mi vida no era así... Yo tenia una carrera de escritora por delante, cientos de países por recorrer, idiomas que aprender, tenia un vida saludable, estaba aprendiendo a vivir.- susurre rompiendo en llanto.

-Tal vez las cosas se pueden solucionar.- susurro abrazándome- Tu puedes seguir con esa prometedora carrera y los viajes....- comenzó a hablar pero negué.

-Nada puede ser igual, él ya entro en mi vida y a eso nadie lo cambiara.- seque mis lagrimas y lo mire- Termina de una vez con mi brazo quiero irme.- dije decidida sin mirarlo.

-Tómate esto.- me entro una pastilla y un vaso de agua- Es un calmante te ayudara.- sin pensar en lo que me estaba dando Victor tome el medicamento.

-Mi hija.- dije asustada y él miró sorprendido, asustado se podría decir- Me olvide el portátil en la casa de Ulises.- suspiro aliviado y lo mire desentendida.

-Dios aun me pregunto que tiene los McAdams que los hacen tan únicos.- dijo dudoso y una sonrisa se formo en mi rostro.

-Los McAdams tenemos una locura especial.- susurre con una sonrisa malévola y se alejo riendo.

-No me había dado cuenta.- respondió con sarcasmo- ¿Gala quieres que te llevemos a buscar tu portátil?- pregunto y rápidamente asentí.

-¿Tu y quien mas?- pregunte poniéndome de pie algo mareada.

-Tu hermana.- respondió sonriente y asentí con una mueca.

¿Desde cuando esos dos se agradan? Hasta donde yo tenia entendido no podían pronunciar el nombre del otro sin insultar o gritar. Me estoy perdiendo varias cosas.

-Si.- respondi dudosa.

-Listo ya tengo mis cosas, podemos irnos.- colgó la bata blanca y abrió la puerta de su oficina.

-Eres muy raro.- dije y me miró desentendido- Olvídalo.- negué y pasó su brazo por mis hombros.

-Cuñadita hay tantas cosas que aun no sabes.- dijo riendo a lo que me dejo intrigada.

¿Qué sabe este tonto que yo no?

-Doctor Ross, la señora de la habitación 315 está por entrar al quirófano.- dijo una enfermera de cabello castaño mientras miraba a mi cuñado.

-Preparen un vial e sangre AB+, retiren la medicación ya que podría afectar con la anestesia... Y por si acaso una dosis de Topiramato...- no hizo falta que escuche otra palabra para retirarme, por suerte que entendí lo de la sangre como para saber que carajo es el Topiramato.

Hoy estoy teniendo un día muy raro. Personas raras, palabras raras, cosas raras, mucho raro.

La gente me agredió.

La gente me lastima.

La gente se olvida de mi.

La gente me abandona.

Nadie me quiere.

No quiero a nadie.

Probablemente más de una persona quiere matarme.

Quiero matar a más de una persona.

Estoy perdida y cansada.

Mi vida está perdida y en el límite.

La vida me odia, es una perra que me hace sufrir.

Yo soy una perra que odia su vida y lastima a varias personas.


Una gran mentira #1Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα