holahola!en este capitulo hay nuevos personajes espero y les gusteee!!:$
Estaba muy adolorida, no sabía dónde estaban mis piernas y tenía mucho frio, no lograba ver nada, la oscuridad estaba sobre mí. Intente levantarme pero un ardor intenso recorrió toda mi cabeza y me hizo perder fuerza. Podía sentir que todos mis huesos estaban rotos y estaba desorientada. Hice otro intento de levantarme y aunque recibí un insoportable dolor agudo me ayudó a concentrarme un poco, pero no logré ponerme en pie, me quedé ahí sabía que ese era mi fin y que no podría hacer nada para evitarlo. Entonces comencé a pensar ¿Dónde está Benjamín?, ¿Qué le sucedió a Zac?, ¡Tengo que encontrarlos!. Respiré profundo y recuperé energía, realicé un tercer intento y esta vez lo logre, abrí los ojos y veía todo borroso, recargue mi peso en una roca y ahí me quedé. Después de un rato escuche una voz – ¡Hola! –gritó. – ¿Hay alguien? – ¡Dios mío!, ¿pero qué te paso niña? –dijo la voz. Yo no lograba distinguir nada, pero sabía que la voz era de una mujer – ¿Dónde están Benjamín y Zac? –dije cansada. –No querida solo estas tú, inspeccionamos toda el área y no encontramos a nadie. –dijo con decepción. –Te llevare a mi casa para que descanses pequeña. –dijo tranquila.
Estaba demasiado cansada y deje que la oscuridad me invadiera por completo. Me quede dormida. Abrí los ojos y ahí en el marco de la puerta estaba Benjamín con su mano extendida, sabía que era un sueño, pero se veía tan real que preferí creerlo, no quise perder el tiempo así que corrí asía él y cuando lo iba a alcanzar él se alejó, sorprendida comencé a hacerme preguntas, ¿Por qué se aleja?, ¿Acaso hice algo malo? Volví a correr en su dirección pero el retrocedió y caminó hacia el bosque, después de unos instantes estábamos en el rio, el sol estaba demasiado fuerte pues mi piel sentía una quemazón, mire a mi alrededor y vi destellos amarillos, giré de nuevo mi cabeza a donde estaba Benjamín y me di cuenta de que murmuraba algo, pero no distinguía que era lo que decía, camine de nuevo asía el pero él se hizo para atrás, escuche un ruido de entre los helechos y vi que era Zac. ¡Zac estás vivo! Grite con fuerza, el solo se me quedo viendo con una mirada tan fría que me hizo retroceder, se acercó a Benjamín y le susurró algo al oído. El calor era cada vez más insoportable hacia que me ardiera la piel, volví a mirar a mi alrededor y me di cuenta que no era el calor del sol lo que me quemaba, sino el fuego de las llamas que me rodeaban, de pronto gritó Benjamín ¿Por qué nos abandonaste? ¡Nos dejaste morir! Esas palabras hicieron que mi corazón se desgarrara. ¡No los abandone! , dije llorando. Corrí de nuevo hacia ellos pero en ese instante una llamarada de fuego hizo que se desvanecieran antes de alcanzarlos…
– ¡Benjamín¡ -desperté gritando y llorando. –Tranquila mi niña. –escuche esa voz tan dulce y sentí unas manos frescas en mi espalda, que por un momento olvide porque lloraba.
