50. Ellos viven de tu miedo

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- Sé que muchos estáis preocupados por lo de los delincuentes. Pero no os preocupéis. No dejaré que hagan daño a nadie.

- Dicen que su líder, Osoro Shidesu, es tan fuerte como tú - dije.

Budo me miró. Su ojos se pusieron como platos y su cara se volvió pálida. No respondió al comentario y seguimos dando la clase. Qué raro...

Después de eso, fui a la sala de la consejería. Midori Gurin ya había llegado con varias bolsas de basura, escobas con recogedores y trapos.

- ¡Allá vamos!! ^^ 

Pasamos casi toda la tarde recogiendo hasta que llegó el ocaso. Una vez devolvimos los utensilios de limpieza, lo último que nos quedaba era ir a tirar las bolsas de basura. Nos tocó ir a tirarlos al incinerador y, tal y como había predicho Midori, el grupo de delincuentes estaba ahí.

Todos los hombres llevaban un peinado con tupé y, las chicas, mechas de colores con la boca cubierta con máscaras dibujadas. Todos llevaban por lo menos un bate de béisbol. Entre ellos estaba Osoro, aquella chica rubia y corpulenta llena de vendas y cicatrices y un abrigo negro y roto sobre la espalda. Parecía que venía de una guerra. 

En cuanto nos vieron, empezaron a decir cosas obscenas. Entre burlas, insultos y miradas de desprecio, conseguimos llegar al incinerador y deshacernos de la basura. Midori temblaba como un flan.

- ¿No tienes miedo, Yan-chan? - preguntó.

En efecto, yo no sentía ni padecía. Esas cosas no me infunden ningún miedo. Por un lado, por mi personalidad... nunca sentí nada hasta que empecé a amar a Senpai, y otra... ya había visto demonios y me había metido en situaciones peores. Esto era una chiquillada.

- No dejes que consigan lo que quieren, Midori-chan. Ellos viven de tu miedo.

Por alguna razón Midori se sorprendió y dejó de temblar. Sonrió y sus lágrimas se dispersaron.

- ¡Gracias! ^^

Qué fácil es emocionar a una pobre niña... Una sola frase sacada de Twitter y ya se sentía más fuerte. Sin embargo, cuando regresamos a la zona donde estaban aposentados los delincuentes, la estúpida líder me cogió del brazo.

- Oye tú, pringada. Creo que te vi ayer y ahora estás limpiando como una chacha ¿Por qué nos espías? ¿Qué coño perdiste aquí?

!! ¿Cómo sabía ella que les estuve stalkeando? ¡Estaba segura de que nadie me había visto!

- ¿Estaba ayer cuando viniste? - preguntó la delincuente de mecha roja - No se te escapa ninguna, tía.

Fruncí el ceño, Osoro estaba comenzando a apretar mi brazo y dolía, pero no dije nada.

- ¿Solo vas a hacer eso? ¿Es que no tienes miedo? ¿O es que acaso no eres capaz de sentir emociones?

  Parecía que su cicatriz en la mejilla izquierda con forma de X se hiciera más grande cada vez que adivinaba algo sobre mí, incluso sin conocerme.  

- Y-Yan-chaaan!!!!! :'( - lloraba Midori.

- ¿Aishi-chan? - oímos.

Nos volvimos y, vi que era alguien que desde luego no esperaba encontrarme. Era Senpai, con su libro sobre plantas, que venía de un paseo por los cerezos del instituto. Estaba tan guapo como siempre... y me había reconocido... y me miraba... sin embargo estaba asustado. Estaba mirando a todos los delincuentes y a Osoro, que dejó de apretar mi brazo.

Osoro le miró sorprendida mientras los demás delincuentes miraban con desprecio a Taro Yamada. CÓMO SE ATREVÍAN SIQUIERA A MIRARLE. Justo cuando estaba apunto de saltar a estamparles la cabeza contra el muro, Osoro me soltó, para mi sorpresa con las mejillas algo rojizas y murmurando:

- Ese chico...

Me puse de los nervios. Osoro se apartó de Midori y de mí.

- No puedo hacer eso... Es mi... - siguió murmurando Osoro.

Senpai se acercó a nosotras, ignorando la reacción de la líder de los delincuentes. 

- ¿E-Estáis bien?

Verle acercarse a mí hizo que me enamorase más de él, sin embargo noté que estaba asustado hasta los pies. Su cuerpo temblaba y sus dientes castañeteaban. No era muy valiente, que digamos, PERO ES PERFECTO.

- ¿Qué está pasando aquí?

Y vino otro sujeto. Todos nos volvimos y era... mi maestro de Kárate, Budo Masuta.

- Vaya, Budo...

Osoro y él cruzaron sus miradas. Pudo respirarse la tensión entre ambos líderes, como dos fuerzas contrapuestas que podían comenzar a luchar entre ellas en cualquier momento para desencadenar el caos.

-- Vayámonos todos de aquí - sentenció Budo.

Yandere Simulator, el fanficWo Geschichten leben. Entdecke jetzt