Un encuentro del destino

Un encuentro destinado

Notas: d gray man no me pertenece, todo es obra de hoshino-sensei.

Advertencias: spoilers.

Aclaración: la línea de este oneshot se sitúa 30 años atrás a la historia principal. Allen, Yuu y Alma en sus vidas anteriores (sip, yo creo que Alma y Yuu pudieron ser sus nombres antes, mas no el Karma ni Kanda sus apellidos. Solo es mi punto de vista. Lo mismo con las personalidades que tendrán. Es una teoría mía nada más. :v no me maten).

Un encuentro destinado.

_uhn?! A-alma ya termino su misión?! Tan rápido?!-exclamo con sorpresa en medio de su llamada. Hasta hacia pocas horas el mismo había terminado también su misión, por lo que se encontraba dando aviso para recibir alguna nueva orden, pero cualquier atención sobre ello paso a segundo plano cuando mencionaron a su amada.

Él mismo se había esforzado en su rapidez para verla, y al parecer no fue el único por la idea.

Se sonrojo al considerar ese detalle. Alma era simplemente adorable.

_ahh...-se escucho desde la otra línea un suspiro resignado- Yuu, concéntrate! No estábamos hablando de eso!-le regañando, captando su atención de nuevo.

_a-ah! Si! lo siento!-siguió escuchando sus nuevas indicaciones, en los que sus compañeros de misión contenían una risa a sus espaldas.

No podría culparlos, el mismo era consciente que al mencionar a Alma, podría olvidar hasta su nombre.

Al parecer, según le explicaron finalmente ambos habían recibido misiones separadas pero en ciudades no muy lejanas, por lo que cabía la posibilidad de que ella pasara por allí esta noche.

No tuvo reparo alguno al casi suplicar que lo dejaran esperarla, por lo que conociendo su insistencia; sus superiores terminaron por aceptar más que resignados. Yuu era un buen exorcista, algo terco e insistente, pero simplemente un tonto más que cayó en las garras del amor.

Aunque muchos creyeran algo así sobre él, al joven hombre realmente no le importaba. El tenia claro la realidad y no le apenaba admitirse a sí mismo y al mundo que si no la hubiera conocido, quizás no estaría vivo. Desde que fue obligado a ingresar en la orden, su vida termino por ser un infierno profundamente aterrador. Nunca volvería a saber de su familia ni ellos de él, incluso si moría.

En un abrir y cerrar de ojos lo había perdido todo, desde su hogar, familia y amigos hasta su propia voluntad, todo por salvar un mundo por el cual lentamente fue perdiendo la fe hasta que ella llego. Alma con su sonrisa y calidez le recordaron lo feliz que podría llegar a ser y como las cosas más pequeñas podrían sacar las más bellas sonrisas.

Se había enamorado lentamente de su compañera hasta el punto, en el que con solo oír su nombre, su corazón saltaba de su pecho. No le alcanzaban las palabras ni acciones para describir lo que sentía por ella.

_Yuu....oye Yuu! Despierta!!-escucho una voz hablarle al mismo tiempo que sentía un zape en su cabeza.

_e-eh? A-auch! Oye! Eso porque fue?!-volteo su cara, muy molesto, encontrándose con sus compañeros que lo miraban entre risas y molestia.

_como que "porque"?! Llevas sosteniendo el teléfono desde hace 10 minutos!

_y?-rodo los ojos mientras colocaba al susodicho en su lugar. Aun no entendía el punto.

_Yuu....ya colgaron hace un rato...-explico un apenado colega, de nombre....

Un vergonzoso silencio inundo la habitación.