Primer amor

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One-shot | Todo público | Canon.

Resumen: Todo se debía a una pregunta en la cabecita de Mairin. Estaba muy segura de que la respuesta era "no", pero... entre la razón y el corazón, siempre había un pero.

(Me quedó ñoño. ;u;).

******** *** ********

Soltó el enésimo suspiro del día, inmune a la preocupada mirada del Chespin que caminaba a su lado.

Mairin no se imaginó lo que se avecinaba segundos antes de que el campeón de Hoenn, por medio de una casual videollamada, decidiera hacerle una pregunta... inusual cuando aún se encontraban en el pueblo que tenían un buen rato de haber dejado atrás.

"¿Alguna vez te has enamorado?".

Eventualmente, su respuesta fue un veloz "no". Y no mentía, a su edad tenía otras preocupaciones, como evitar que Alain se le adelantara para no perderle de vista, por poner un ejemplo. Aunque el joven tampoco la dejaría sola, era consciente.

Steven se disculpó por ser tan directo o poco cauto, pero la curiosidad le asaltó hasta simplemente no poder contenerse. Le explicó que la cercanía que ella tenía con el entrenador del Mega Charizard X le alegraba y que esperaba que se mantuviera en un futuro pasara lo que pasara. Lo que no le dijo fue precisamente que de esta podría surgir algo que dejara de ser amistad en todo el sentido de la palabra, y que por supuesto no tenía nada de malo.

O al menos eso trató de entender. ¿Pero a qué se refería? ¡Ella siempre sería amiga de Alain! Nada cambiaría eso, ¡nada!

Bien, eso fue hasta, y valga la redundancia, recibir la dichosa llamada en la mañana.

Su cabeza se nubló. Lo quería, lo admiraba, ¿pero hasta qué punto?

"Es mi amigo..., pero siento que no es suficiente".

La sensación de vacío comenzó a hacerse notar otra vez. Ya no sabía qué hacer con ella. Cada que se preguntaba qué era lo que necesitaba para mitigarla, acentuaba. No le daba tregua, le quedaba fingir. Sin embargo, y en medio de la contrariedad olvidó recordar, la última persona a la que podría engañar con eso era quien le llevaba unos cuantos pasos más adelante.

Aquel se detuvo de repente y ella, ignorante, se enteró cuando chocó con su espalda. Chespie evitó que su trasero impactara con el suelo gracias a su látigo cepa, pero no consiguió ponerla de pie por la falta de voluntad en las piernas ajenas, por lo que la sentó.

Mairin sacudió la cabeza y alzó la mirada. El muchacho continuaba en la misma posición, apenas volteó para verle. No lucía serio como de costumbre, había suavizado su expresión.

—Está bien, ¿qué pasa?

— ¿Eh?

Alain por fin volteó del todo y la tuvo en frente. Hincó una rodilla en el suelo para estar a su altura, pero por alguna razón la escasa distancia puso más nerviosa a la pelirroja.

—Actúas extraño desde que salimos del Centro Pokémon. ¿Estás cansada?

— ¡No, no, nada de eso! Es solo que... —dijo bajito, indecisa, y finalmente dejó caer los hombros con resignación. Ordenó su cabeza por breves segundos en los que el joven mantuvo su paciencia; aparentemente no era nada serio, o eso quería creer—. Alain, ¿tú alguna vez...?

— ¿Yo alguna vez...?

Ella apretó los labios y parpadeó un par de veces. Él arrugó el entrecejo. No era un problema sencillo, después de todo, y eso activaba sus alarmas, mas no se esperó lo que oyó a continuación.

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