Sonríe al mundo como quieras...

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—¿Un poco más, pequeño amiguito?

Loon no se lo estaba creyendo. Al principio pensó que tenía que ser una broma. Quizás se había confundido de cabaña, quizás le habían dado el número incorrecto, ¡quizás la cámara estaba detrás de esa maceta de la esquina!

Pero Bonbon no llegaba a rescatarle, los minutos pasaban y los Nightmares parecían tomarse aquello muy en serio.
Los Nightmares...¡cómo pudo tener tan mala suerte de caer junto a ellos en un mismo sitio!
Nunca los había conocido en persona, pero había oído hablar de ellos lo suficiente para saber que los tipos como ellos les encantaba hacer la vida infernal a los chicos como él.

Se podría decir que daba con el perfil de "merece una paliza" y Loon mentiría si dijera que eso no era lo que esperaba al entrar a la cabaña y verles allí. Sin embargo, este giro de los acontecimientos le dejó aun más confuso y sin saber cómo actuar.

—¡Hey! ¡Te han hecho una pregunta! —una voz más profunda y agresiva sacándole de sus pensamientos y sobresaltándole.

—¡Cállate! ¡Lo vas a asustar! —lo reprendió otro de cabello celeste y más oscuro.
A decir verdad, daba igual el tono en que le hablaran. Loon ya estaba bastante asustado.

—¡V-Vale, vale! Un poco más estaría bien, g-gracias. —respondió rápidamente para evitar una disputa. Aunque al final ambos chicos siguieron peleando, mientras el de piel más oscura le servía un poco más.

—¿Qué tal? ¿Qué te parece? —le preguntó con una amplia sonrisa de oreja a oreja, mientras el más pequeño bebía.

—E-E...Está muy bien. A-Arigato...—Lo cierto es que no quería saber qué pasaría si decía que no le gustaba.

—¿Ariga qué?

—Creo que es inglés...

—¿Qué dices? ¡Es japonés!

—¡¿Y tú qué sabes?!

—Más que tú seguro.

—¡¿Qué dijiste?!

El más moreno de todos ellos carraspeó en aviso mientras les echaba una mirada muy seria y los otros dos callaban. Una palmada "amistosa" suya liberó la tensión del ambiente. O se suponía que debía hacer eso, porque Loon seguía tembloroso como una hoja.

—¡Bien! Como buenos amigos que somos ahora. ¡Creo que no estaría de más presentarnos! Mi nombre es Deuz; líder de los Nightmares. Ellos dos son Fox y Onnie. —explicó el nombrado Deuz, señalando a sus dos compañeros.

—Oye, ¿por qué no he podido tener mi propia presentación? —se quejó Fox cruzándose casi de forma infantil.

—Quién quiere oír una presentación tuya. —contestó con diversión Onnie.

La mirada que le echó Fox a continuación denotaba lo mucho que se estaba aguantando de seguir discutiendo con él.
Finalmente tras unos segundos los tres miraron al más pequeño esperando porque siguiera él. ¡Era el código de las amistades, ¿no?! Tenían que conocerse un poco ¡para ser 100% amigos!

—A-Ah...yo...uh...me llamo Loon y...vengo de Japón. —explicó con timidez, viéndoles.

—¿Ves? ¡Te dije que era japonés! —dijo de pronto con orgullo Onnie.

—¡Cállate de una vez! —El pelinaranja le estaba costando mantener su paciencia a raya.

—Japón, ¿eh? —comentó el de ojos azules. Parecía ser el que más controlaba sus impulsos de los tres.— He oído que es un sitio muy interesante, pero como te habrás dado cuenta no tenemos muchos medios para visitar otros lugares.

Explicó y comentó aquello como si fuera algo bastante normal, su "agradable" sonrisa sin dejar su boca cada vez que quería hablar con el menor. Eso hizo recordar a Loon y cuestionarse como pudieron los Nightmares ir al Campamento. Bueno, el viaje no era tan caro, pero siempre había que pagar un poco para los permisos y aquel grupo nunca asistía a clases, se metían en problemas y vivían en las calles más que en cualquier otro lugar.
Aunque no le extrañaría pensar que robaron dinero de alguien más para asistir a la excursión.

—Dime y, ¿viniste sólo al Campamento, amiguito?

—A-Ah...ah...—no sabía si sería bueno hablar con ellos de eso, pero supuso que sería mucho peor permanecer callado.—...No, no. He venido...con una amiga. Se llama Bonbon.

Sólo hablar de ella le hacía sonrojar y acelerar su corazón.

Por desgracia los otros tres parecieron notar eso.

—Ohh~...Y esa tal Bonbon no te molará por algún casual, ¿verdad? —cuestionó Deuz con una sonrisa maliciosa.

—Con ese nombre no me extrañaría. —comentó divertido Fox.

—¿Hay un secreto escondido en ese pequeño corazón de niño friki tuyo? —Onnie les siguió el juego.

Loon quería en aquel momento que la tierra lo tragara o simplemente desaparecer.
—¿M-Molar?

Los tres Nightmares se miraron y rodaron los ojos con diversión y malicia.

—¿Quieres enrollarte con ella?

—¿Te la tirarías?

—¿Queréis ser unos ancianitos sentados en dos butacas mientras se dan la mano viendo la puesta de sol desde el porche de su hogar típico de ancianitos?

Los otros dos vieron a Onnie con una ceja alzada sin comprender la tontería que acababa de soltar por su boca. El peliazul frunciendo el ceño.

—¿Qué? Lo vi en una película, ¿vale?

Lo cierto es que Loon no podía estar más rojo y se llevó las manos a su rostro, asintiendo apenas.

—S-Sí...—dijo con su pequeña voz.

—Aww...—exclamó con diversión Deuz viendo a sus compañeros.— Miradlo, no digáis que no es tierno.

—Sí. Casi hace que se me olvide las ganas que tenía de darle una paliza cuando entró. —rió Fox viendo al menor.

—Quién me iba a decir que los frikis podían gustarle otras personas como a la gente normal.

Una campana que anunciaba la hora del almuerzo en ambos campamentos, femenino y masculino, fue la que interrumpió las palabras de Onnie. Los cuatro levantando sus miradas y viendo hacia la salida.
A Freddy le brillaron los ojos y golpeó su propio puño.

—¡Eso es! El comedor. Chicas y chicos se reúnen en el Comedor. ¡Vayamos juntos!

—P-Pero...Bonbon y yo ibamos a-...—intentó explicarse el más pequeño.

—¡¿No lo entiendes?! —le interrumpió sonriente Deuz, rodeando con su brazo al niño— Nosotros, TUS AMIGOS, vamos a acompañarte y JUNTOS haremos que triunfes en el amor.

—¿Q-Qué? —Loon no se lo podía creer. ¿Le iban a ayudar a triunfar unos tipos que seguramente no habían triunfado en ese aspecto en su vida? Aquello tenía pinta de ser un fracaso total. ¡No quería estropear su amistad con Bonbon!

—¡Exacto! —continuó Onnie, rodeando a Loon también.— ¿Para qué están los amigos? Para ayudar. Esa chica caerá a tus pies antes de que el almuerzo finalice.

—Y si no...¡siempre podemos hacerlo por las malas! —finalizó Fox con una sonrisa maliciosa.

Oh, Dios...Loon comenzaba a hacerse una pregunta interna, casi filosófica.
¿Qué era peor? ¿Caer mal a los Nightmares o ser su mejor amigo?

Ser amigo de los NightmaresNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ