#1. El primer encuentro

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Cuando la encontré se la di y él se limitó a darle una ojeada por arriba.

—Más te vale que parezca que la hice yo, marica, porque si no te juro que no te quedara hueso sano.

—Es-esta como la pediste —además de tartamudear como un idiota mi voz salió temblorosa, y, aún que estaba acostumbrado a sonar así de patético, siempre trataba de no hacerlo porque eso implicaba que el idiota este se burlara de mí... aún más de lo que lo hacía normalmente.

—No voy a golpearte así que no temas tanto, friki. Hoy estoy de buen humor —me cuenta con una sonrisa.

«No te lo pregunte» esa sería la respuesta que le habría dado si 1) Él no fuera dos veces más grande que yo y 2) Si no tuviera esas dos torres effiel como amigos. Así que no le dije nada, sólo me mantuve en silencio porque no por nada era listo, sabía que de ese modo me dejaría en paz.

—Bueno, tonto, me voy —se despide pero antes de marcharse le pega a las carpetas que yo tengo en las manos logrando que todos los papeles y apuntes caigan al piso.

— ¡Oye, imbécil! —una chica que seguramente vio todo paro a Colin a mitad del pasillo— ¿Por qué diablos hiciste eso?

—No es de tu incumbencia, muñeca.

Ella suelta una risita irónica—: Muñeca tu abuela, cerebro de mosquito. Pobre de ti si vuelves a hacer algo como eso delante de mí.

—Mira eso, niño —Colin me mira por arriba de su hombro—, ya tienes un guardaespaldas.

Trago saliva, nervioso. Esto no iba a ser bueno... al menos no para mí y mi frágil cuerpo de mariposa.

—En cuanto a ti, preciosa. Veo que eres nueva, sólo te perdonare por eso. Pero no cometas el error de volver a hablarme así porque las cosas pueden ponerse feas, ¿entiendes?

Lejos de sentirse intimidada la chica se le río en la cara. Literalmente. Ella largó una estruendosa carcajada burlona.

—Con ese verso a otro lado, hombre. Una mariquita me da más miedo que tú.

—No digas que no te lo advertí.

Colin, gracias a todos los santos que escucharon mis plegarias, se fue con una sonrisa de suficiencia. La chica por su parte se acercó a mí con una mueca de pena.

— ¿Estas bien? —Pregunta y asiento rápidamente quedando como un posible idiota con retraso mental. Con un movimiento de cabeza, la chica, señala mis apuntes en el piso y pregunta—: ¿Necesitas ayuda con eso, raro?

—No-no está bien.

—Te ayudaré de todos modos —sentencia. Se agacha junto a mí y comienza a juntar mis apuntes. Una vez que juntamos todo ambos nos ponemos de pie.

—Gracias —le sonrío con timidez y desvío la mirada nervioso, hacia mi casillero.

—No hay de que... —responde y a pesar de que no la estaba mirando, podía sentir su mirada mientras guardaba las carpetas que acababa de levantar del piso en el casillero—. Me llamo Harper Greyson, sé que no me lo preguntaste pero también sé que quieres saberlo.

Me volteo hacia ella, nuevamente, preguntándome por qué demonios una chica así me dice su nombre, ya que la mayoría suele ignorarme o confundirme con una pared.

— ¿Y tú? ¿Tienes nombre? —Pregunta al ver que no le respondo.

—Ethan, Ethan Doller.

—Me gusta Ethan, pero raro te va mejor —sonríe divertida— ¿Me acompañarías a al aula 4, raro? Es mi primer día y estoy algo perdida.

—C-claro.

Cierro mi casillero con algo de torpeza y comienzo a caminar junto a ella para así guiarla hasta su aula correspondiente. Durante todo el camino no pude evitar observarla de reojo. Harper era sólo un poco más chica que yo de altura, su cabello era castaño oscuro, su tez parecía bronceada, lo cual me hizo querer preguntarle de donde venía, pero me abstuve porque estaba seguro de que tartamudearía y fracasaría en el intento, como siempre... Y después estaban sus ojos, lo que más me había llamado la atención de ella en cuanto la vi, un par de ojos azules, hermosos, los cuales resaltaban con el tono de su piel.

—Es aquí —me detengo frente a la puerta del salón 4 y ella hace lo mismo.

—Gracias —iba a entrar pero de un momento a otro da media vuelta y regresa hacia mí. Toma mi brazo y me sonríe antes de hablar—: En el almuerzo guárdame un lugar, ¿sí?

— ¿Co-conmigo?

—Pues claro, ¿con quién más? —sonríe burlona—. Nos vemos al rato, raro.

Y así sin más, entra a su clase, dejándome ahí parado frente a la puerta como un idiota.

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⏰ Last updated: Oct 17, 2016 ⏰

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Entre chicos malosWhere stories live. Discover now