ice.

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Lo extrañaba bastante, una semana sin verlo es una tortura. Por fin llegó, estaba muy emocionada por tenerlo conmigo después de todo ese tiempo, prepare la comida mientras el me veía desde el sillón tenia una mirada que para ahora, ya me era muy familiar, empece a sonrojarme le dije "ven a ayudarme en vez de verme como si yo fuera la comida" el sonrió, se levantó y camino lentamente hacía a mi, estaba vestido de negro y eso como me encanta, me excite de solo verlo caminar hacía mi. Se paró a mi lado y empezó a ayudarme, yo me quede idiotizada. 

Comenzamos a comer mientras veíamos Orange is the New Black en Netflix, me contaba sobre su semana y yo sobré la mía. Terminamos la comida, lavamos los platos, la mesa, la cocina y hasta el piso después subimos a mi cuarto, nos acostamos en la cama y estábamos dispuestos a seguir viendo OITNB peeeeero..... no podía resistir más con el a mi lado, vestido de esa forma, sintiendo su calor así que le puse pausa, voltee a verlo y el me vio extrañado como si fuera a decirle algo serio pero no era así, lo tome del cuello de su camisa y lo jalé hacía mi, lo bese fuertemente y el enseguida entendió lo que quería. 

me tomó de la cintura y me dio la vuelta para quedar encima de mi, me besaba cada vez más apasionadamente, empecé a lamer sus labios mientras lo besaba y luego nuestras lenguas se encontraron empezó a acariciar todo mi cuerpo, desde mi cintura, mis brazos, mis pernas, todo. Tomó mis caderas y las alzó para poder meter sus manos debajo de mi y apretar mi trasero, yo gemí y el gruñía mientras su respiración se aceleraba mucho más y yo sentía si erección queriendo salir del pantalón. yo traía puesto un vestido blanco que no tardo ni un minuto en estar tirado en el piso, no traía brassier solo una tanga morada que se que le encanta, me miró con esa sonrisa lujuriosa que tanto me fascina, me quito la tanga y colgó mis pernas a sus hombros, besó mis muslos y luego mis labios..... su lengua es siempre tan dulce y sentirla en mi clítoris es el paraíso, no podía para de gemir, el placer se acumulaba en mi cuerpo, mi espalda se arqueaba el paró y sonrió se acostó a un lado de mi con una indiferencia fingida, sabía que estaba mas que prendida y que no estaba dispuesta a quedarme así, me senté sobre sus piernas y empecé a desabrochar su pantalón, el no opuso resistencia alguna podía sentir su enorme erección rogando salir, cuando termine de desvestirle empece a lamer la punta de su pene, el gruño y gimió al mismo tiempo, lamí todo su pene y lo introduje poco a poco en mi boca, el se estaba volviendo loco, se notaba que me extrañaba, empezó a meter sus manos detrás de mi cuello y me tomó del cabello, empezó a mover mi cabeza arriba y abajo con mas rapidez, yo gemía cuando sentía su pene en mi garganta, después de un poco más de eso, me subí en el otra vez, lo bese y mordí su labio inferior, tome su pene con la mano y lo guié hacía mi, lo introduje lentamente en mi mientras ambos gemíamos del placer, comencé a mover mis caderas, hacía adelante y atrás como si quisiera sacarle todo, hice mi cabeza hacía atrás y puse una de mis manos en su pecho para tener estabilidad, el tomaba mis caderas mientras sentía y oía todo el placer que le causaba, después el me jalo hacía su pecho, alzó sus caderas y entonces ahora el tenía el control, lo hacía más rápido y profundo que yo. Yo seguía gimiendo en su oreja, me embistió hasta que me canse así que decidió dejarme acostar, me colocó boca abajo y se puso detrás de mi, cerró mis pernas y las puso en medio de las suyas, alzó mis caderas y acarició mi espalda, pasó su pene por toda mi vagina y luego entró en mi, una y otra vez igual de rápido pero se sentía mucho mas profundo en esa posición, lo sentía en lo más profundo de mi ser, jugaba con mi trasero, lo apretaba y jalaba hacía el, a veces me daba una nalgada, tomaba mis caderas y aumentaba la velocidad. La fricción y el placer eran bastante altos, podía sentir sus testículos rozar con mi clítoris. 

Se detuvo, sentía su sudor caer por mi espalda y recorrerla, me dio la vuelta, me dio un dulce beso y preguntó si quería más, asentí mientras el abría mis piernas, tomó un respiro y volvió a entrar en mi, con la mano derecha tomaba mis caderas y con el pulgar de la izquierda masajeaba mi clítoris, era realmente perfecto, sentía el orgasmo acumularse en mi vientre respire un poco y llegó a mi, mis paredes lo apretaban más y más, el gruño mientras aumentaba la velocidad, yo estaba en completo éxtasis, no faltaba mucho para que el terminará el solo esperaba que yo estuviera total y plenamente satisfecha para terminar con un gruñido mientras me embestía lento y más profundo, llenándome de él. 

Se recostó a mi lado, recuperamos el aliento y le dije si quería tomar una pequeña ducha conmigo, dijo que si mientras agarraba mis nalgas, fuimos al baño y mi vagina ardía como nunca, empezó ligeramente hasta que realmente me dolió, le dije y me pidió le enseñara. Una risa burlona salió de sus labios "Estás muy inflamada y roja como un tomate de ahí nena" me ruborice y mientras reía cubrí mi cara, oh dios, que bien se sintió todo pero ahora estoy con mariposas en el estomago y hielo en mi ......


Cold daysWhere stories live. Discover now