Capítulo Catorce

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Habían llegado con dificultad a esa cabaña, era casi tan grande como la mansión donde vivían sus padres y el recuerdo de ellos lo azoto, parecía que jamás lo superaría, era un lugar en completa calma y no dudo en pensar en la paz que eso le trasmitía.

- Te enamoraste de ese humano - menciono Peter tratando de seguirle el paso al alfa que aún estaba detrás de la cazadora.

- ¿De qué hablas? - fingió no saber de qué hablaba.

- No me sorprende, paso lo mismo con aquella chica Pagie - respondió.

Este rechino sus dientes y lo estampo con fuerza contra el primer árbol que se encontraba.

- ¡No vuelvas a mencionarla! - sus ojos destellaron.

- ¡No me equivoco, por eso la necesidad de encontrarla, de ser solo por Laura lo habrías hecho cuando sospechaste, pero estuviste a su lado, reaccionaste cuando te lo dije, no te mientas!

- Eso no es tu problema, mantente alejado de eso.

- ¡Por dios Derek es solo un crio!, probablemente debe de estarse revolcando con una chica, es joven.

Le dio un golpe en la mejilla que captó la atención de la cazadora.

- Pero ¡¿qué les pasa?! - pregunto acercándose a ellos.

- No vuelvas a meterte en mi vida, sino, no tendré paciencia la próxima vez - amenazo separándose del lobo.

[...]

Se había levantado como todos los días, se había duchado, lavado los dientes y preparado para ir al instituto como siempre, el único detalle es que en sus planes diarios no contemplaba al Hale parado frente a su puerta con su mirada seria y estampándolo contra la pared mientras devoraba sus labios con locura y necesidad.

Apenas y le dio tiempo a reaccionar ya que se solo soltó su mochila y se sostuvo de la pared para no caer al suelo.

Este suspiro al separarse de sus labios, había necesitado ese contacto en cuanto los había probado la noche anterior.

El alfa lo contemplo detenidamente, sus ojos brillaron más que antes y sin apartar la mirada de los ojos caramelo se separó del chico.

- Hay que hablar - menciono serio el alfa.

- ¿Hablar? – asintió - ¿Ahora? - volvió a asentir - Pero tengo clase - se excusó.

- Te llevare más tarde, ahora necesito hablar contigo - eso provoco que la poca paciencia y equilibrio que le quedaba se esfumara tan rápido.

Entonces asintió y lo dejo terminar de pasar, no tenía ya caso decirle pues antes le había devorado sin autorización, además Derek no era de pedir permiso.

- Bien, te escucho - menciono al sentarse en el sofá de la estancia frente al lobo.

- Lo de ayer y de hoy ... - comenzó y su corazón se aceleró - Descubrí hace un par de días algo, no lo creí posible, pero ... lo es.

- ¿Que pasa Derek? - estaba completamente atento a cada palabra que salía de los labios que lo habían besado, le costaba el no contemplarlos y el compararlos con los del otro Derek, pero es que eran tan idénticos que ¿cómo no compararlos?

- Siento algo por ti - soltó de repente con su mirada fija en él.

Jamás se había declarado una persona que le atrajera los chicos, de hecho, jamás lo había pensado en tiempo atrás, y decía tiempo atrás porque con un demonio ahora cada poro de su piel estaba brincando de felicidad por alguna extraña razón por sus palabras.

Contra el Tiempo®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora