Capítulo 2 "¿El mismo error?

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Clínica psiquiatra al sur del monte Blackwood 18:45
Sam: -¿cuando va a entender? ¡Le repito por milésima vez... Q-que yo no no necesito ayuda!... S-solo quiero irme a casa ¿si?-
Dr. Hoffman: pasaba las manos por su cabeza halando levemente el poco cabello que le quedaba, soltó un suspiro de agotamiento y estrés falso, al momento de levantarse y aproximarse a la puerta, girando con extrema cautela la perilla dorada. -Sam... Sam... Sammy. es claro... Qué estás en un proceso de negación, no puedes superar la muerte de tu amigo-.
Hizo una seña a los enfermeros, los cuales entraron en seguida.
-lo más conveniente es...
Que tú y tus amigos se queden en una de nuestras habitaciones- dijo con una sonrisa amplia, la cual expresaba las intensiones y mucha hipocresía, cuán psicópata a punto de atacar o un demonio arrastrándose por los suelos del dolor y la desgracia bañada en sangre. Éste suspiró ladeando la cabeza en forma de que se llevarán a la joven, pareciese un militar de alto rango ordenando a sus hombres llevar prisionera de guerra a la chica... Quién sabe que le esperaría ¿torturas?, ¿la muerte? ¿Terror y consternación?, al parecer nada le aterraba más que volver a ese hórrido lugar... Pero Josh estaba ahí, aquél chico lleno de humor, carisma y ese fabuloso encanto producido extrañamente daba a pensar que era solamente para la rubia, pero ¿qué era eso que actuaba cómo un imán para los sentimientos de la chica?, ¿su sonrisa?, ¿ojos?, ¿aquella peculiar forma de ser ante su presencia?, no lo sabía con exactitud y eso no importaba ahora... él... Él no estaba ahí.

Sam: -¿qué... Es en serio?... U-usted está loco... ¡el único que debe estar encerrado es usted maldito tarado!- los enfermeros daban pasos firmes, agigantados y rápidos hacia mí cómo crueles cazadores en misión de silenciar a una chiquilla indefensa, sentí sus agarres violentos halándome a una habitación donde no había nadie más, un sujeto con una bata blanca, abrió una puerta de metal, los hombres avanzaron y me arrojaron al centro de la habitación, sentí un golpe seco y mucho dolor en cabeza y manos, estaba algo desorientada, el olor era ligeramente tolerable, a medicinas y extremada limpieza, tenuemente se podía notar un olor a sangre, se sentían energías muy pesadas y tensas lo cual provocaba un dolor intenso en mí cabeza. Después de unos minutos me hice un ovillo en el mismo helado lugar donde me habían tirado como un perro abandonado, hacía tiempo que no sentía ésta soledad, tiempo más tarde las luces se apagaron y los ruidos en ese lugar eran espeluznantes, tarareaba una dulce canción de mi infancia, recuerdo perfectamente que mamá la cantaba para mí mientras me hacía caricias en la cabeza... Sonreía mientras las lágrimas corrían por mi rostro, la voz se me cortaba mientras más eran mis recuerdos de esos momentos inolvidables de felicidad, tranquilidad y llenos de inocencia...

~Sueño de Sam~
Josh: -Sammy... Debes ayudarme, e-estoy cayendo en el vació rumbo a la oscuridad, no quería dañar a nadie lo juró, Sammy... D-debes creerme yo no maté a Jess ni a Matt, eres la única que me queda- me decía en un tono perturbado, con esa expresión de horror y arrepentimiento por esa mala broma.
Sam: -josh... ¡Estás vivo!- en ese momento sólo corrí a darle un gran y caluroso abrazo, noto el temblor por todo su cuerpo, se siente tan frío... Como... Como un muerto, la tragedia de sus hermanas se refleja en su mirada perdida y desconsolada... Algo helado y seco me trae de vuelta a mi realidad me veo abrazando a la nada en medio de esa espantosa mina, el cadáver del hombre  con el lanzallamas en esa jaula, la cabeza de Matt, atravesada desde la quijada, con esa expresión de dolor y sufrimiento tan terrible que sólo escapa de mi un grito que retumba en la cueva, este se distorsiona lentamente escuchando claramente un chillido de esas bestias horrendas, la cabeza de Matt comienza a gritar, al verme ríe y se muerde los labios perforándolos con lo que queda de su dentadura, grita horrorizado pero continúa, la carne de estos se ve triturada por sus despedazados dientes...
Sam
Habitación del manicomio
3:14 am
Despierto con un fuerte grito, siento las lágrimas deslizarse por mis mejillas, la tenue luz de la luna y de un bombillo a media vida me dejan ver mi alrededor, en la cama hay una bandeja, al girarme me percató de que la puerta está abierta, no se escucha nada más que los profundos y extensos aullidos del viento.
-¿Hola?... ¿Señor Hoffman?-
No hay respuesta, camino con dificultad a la entrada de la habitación, escuchó murmullos algo cerca, salgo de la habitación guiándome por el tacto al extender las manos y tocar los muros laterales, un extraño y ensordecedor sonido surge en la primer planta, tengo la palabra en la punta de la lengua se que es una de esas horribles criaturas pero no puedo siquiera pensar en su nombre sin que los acontecimientos de anoche me atormenten, los gritos,,
Las voces de mis amigos, de... Josh retumban en mi mente ...  Me aferro al muro de espaldas sentándome repentinamente en el suelo, mi respiración  comienza a hacerse acelerada, pasos firmes se distinguen a simple oído, trató de levantarme, pero estoy totalmente bloqueada...
Psicópata (josh)
-Sammy... Confíe en ti, creí que me ayudarias- soltó una risa amarga y de satisfacción, portando esa mascara llena de sangre, aquella grave y firme voz erizaba la piel de la joven, las lágrimas en esta comenzaron a surgir, pidiendo clemencia arrastrándose a ciegas...
Sam  -basta... Basta Josh, p-por favor no hagas esto de nuevo- un liquido cálido y algo espeso calló mis suplicas, al alzar la mano, el reflejo de un faro iluminó esta, horrorizada solté un grito al ver el cadáver del doctor Hoffman, su cabeza estaba casi triturada, la lengua perforada por sus propios dientes los cuales estaban quebrados y llenos de sangre, uno de sus ojos quedaba colgado por centímetros débiles de nervios y músculo, el otro ojo no se apreciaba, sólo el rojo carmesí salpicado en su pómulo y en toda la cuenca, bajo la piel abierta de su cuello se apreciaba el poco músculo restante, el  hioides fracturado aplastando la tráquea ensangrentada. Quede atónita cuando jadeos e intentos por hablar salían de su boca, el hioides hacía movimientos bruscos pero sólo se clavaba más en la tráquea de este, el espantoso sonido de sus huesos perforando sus músculos y nervios, los gemidos de dolor me dejaron en shock...
Dr. Hoffman –S-sa-Sam... Morirás mientras devoran tus organos, ¡maldita traidora!–
Sam: antes de que pudiese reaccionar de alguna forma la cabeza del doctor comenzó a gritar y chillar como si fuese un wendigo, mordía su lengua y lo poco que quedaba de sus labios al igual que la cabeza de Matt...
–¡No, no no no! ¡Basta alejense de mí –
Un halón firme y una bofetada me volvieron a la realidad, el doctor Hoffman me veía extrañado, los enfermeros y demás personal murmuraban, un doctor se acerco y me sujeto firmemente.
–Samantha es riesgoso para ti misma que estés suelta, no han pasado ni doce horas y ya te has hecho bastante daño físico – dijo el doctor Hoffman, antes de que los enfermeros me pusiesen correas atadas a la cama.

Mike –¿por qué hacen esto?... Y-ya les he dicho todo lo que sé, toda la verdad. No hubo ningún crimen en ese espantoso lugar... L-lo que hay ahí es... Es p-peor que cualquier maldito delito, ¡no saben con lo que están lidiando!– menciono gritando con desesperación antes de ser encerrado al igual que sus amigos...

Ha sido una larga demora, les pido miles de disculpas, me habían surgido ciertas situaciones y cosas así... Pero aquí está el segundo capítulo. Gracias por leer

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⏰ Last updated: Feb 19, 2021 ⏰

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