Black Sirius i

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Dejar a Sarah al cuidado de Sirius no dejaba muy tranquila a Adler, pero de igual forma no tenía otra opción.

-Jamás la dejes sola, tiene que tomar su biberón a las cinco de la tarde, tiene que irse a dormir antes de las siete, porque si no, le entra su segundo aire y no es fácil hacerla dormir ¿estas seguro que la puedes cuidar? Yo puedo llamar a alguna niñera-dijo muy preocupada.

Sirius soltó unas cuantas risas, le parecía gracioso que su esposa no confíe en él para cuidar a su hija de once meses. -Estaremos bien, ya ve a tu trabajo-afirmó dándole un abrazo. Adler hizo una mueca, no temía por Sarah, ella temía que Sarah volviera loco a Sirius.

Sirius fue a buscar a la pequeña la cual entre risas y balbuceos lo recibió. -Dile adiós a mami-dijo tomando la mano de Sarah y haciendo un gesto de despedida.

-Adiós, cariño-se despidio dandole un beso en la mejilla a su hija.

Sirius se quedo esperando el beso de Adler y al ver que ella seguía mimando a Sarah se puso algo celoso. -¿Y mi beso-reclamó haciendo un puchero, la reclamada solto una pequeña risa y beso con dulzura los labios de su esposo, para despues irse a trabajar.

-Solo somos tú y yo pequeña-le dijo a su hija. Los dos entraron a la casa. Él se aseguro de que la puerta estuviera cerrada y camino hasta la sala de estar.

-¿Que haremos primero?- preguntó al aire dejando a la pequeña jugando con sus juguetes.

Sirius fue a la cocina, muy pronto el reloj marcaría las cinco y no quería dejar a su pequeña princesa con hambre.

En eso paso media hora, él se había quedado vigilando que no sé quemara la cocina, como la última vez. Olvidando la primera regla que Adler le había dicho, no dejar a Sarah sola.

-Sarah, es hora de tu biberón-dijo en un tono melodioso, al ir al lugar donde se suponía que estaría la pequeña bebé y no encontrarla se asusto.

-¿Sarah?-gritó buscándola. Había buscado en la cocina, en la sala de estar, en toda la casa. -Por Merlín, tu madre me va a matar-dijo asustado.

Un llanto se hizo presente y el fue corriendo a buscarlo, consiguiendo a Sarah atorada en un cajón.-¿Que haces ahí?, ¡Casi me matas del susto!-exclamó cargándola en sus brazos.

Sarah al verlo lloró más fuerte, Sirius estaba verdaderamente aterrado. -Deseguro tienes hambre.-aseguro dándole el biberón, al instante la pequeña paro de llorar y comenzó a tomar de la leche. La tarde paso así, a Sirius varias veces casi le da un infarto a causa de su hija.

La puerta se abrió, dejando ver a una sorprendida Adler. El piso estaba mojado y lleno de burbujas, las perdes manchadas con pintura y las cortinas movidas, parecía que un huracán hubiera estado en la sala.

-¿Que paso aquí? -preguntó espantada al intentar pasar entre los movidos y manchados muebles.

-¡Shhhh! Acabo de lograr que se duerma, no quiero tener que volver a hacerlo-suplicó Sirius, el cual seguía arrullando a Sarah.

-Pero si ya pasan de las siete ¿y por qué todo esta destrozado?-reclamó Adler.

Sirius se quedo estático, no quería decirle a su esposa que algunas de las reglas no las había cumplido del todo bien y al parecer Adler se dio cuenta y dando un suspiro tomó en brazos a la dormida Sarah.

-Eres un tonto-dijo ella dandole un rapido y tierno beso en los labios de el.

-Soy tu tonto favorito.- dijo para despues darle un beso en la frente a su hija y después uno en los labios a Adler.
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S1Black1Fox ¡espero que te haya gustado! y espero que hubiese sido lo suficientemente amoroso.

¡Lumos! ° harry potter imaginesNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ