- De nada -Dije casi en susurro y me fui a mi lugar de siempre, hasta atrás, un lugar apartado, donde nadie puede verme y reír, agaché mi cabeza en la banca pensando en mi vida. No pude evitar sollozar, estaba normal hasta que sentí que una mano tocó mi mano, levanté la cabeza rápido.

- ¿Estás bien Bryan? ¿Estás llorando? -Era Camile. Más humillante no podría ser este día.

- Estoy bien, gracias. -Dije mientras limpiaba mi pequeña lágrima que se me escapó y volví a agachar la cabeza cuando ella levanto mi rostro tomándolo con sus suaves manos.

- Puedes contarme lo que quieras, confía en mí, y no agaches la cabeza, te vez más lindo así, si te dejas ver, tu novia debe ser afortunada. -Dijo y sonrió, hice lo posible por no sonrojarme.

- No tengo novia, ni tampoco amigos. Todos creen que soy raro. -Dije un poco triste, estuve a punto de llorar pero contuve mis lágrimas.

- Pues que tontos. Se lo pierden. -Sonrió.- Pero tranquilo, ahora tienes una amiga, cuenta conmigo siempre. -Iba a contestar pero se escuchó la voz de un chico con sus amigos, nos vio como estábamos; ella tomando mi rostro de la barbilla y yo sonriendo de seguro como estúpido.

- ¡Princesa! ¿Qué haces aquí mi amor? -Cuando lo vi lo reconocí al instante, Jos Canela, el popular de la escuela, el que siempre me molesta junto con sus estúpidos amigos.

- Hola mi amor -Se separó de mi, y lo beso. Eso sí me dolió.- ¡Me cambié de escuela! -Dijo con emoción.

- ¿En serio? ¡Genial! -La cargó y la besó.- O, ¿Qué hacías con el raro? -Bajé la mirada.

- ¡Hey! No le digas así. Él es mi amigo y no es raro, es muy lindo. -Diablos. Ahora Canela no dejará de molestarme.

- Oigan, no estamos pintados eh. -Dijo Alonso mientras nos veía junto con los demás chicos.

- Oh, si perdón chicos. -Dijo Camile zafándose del agarre de Canela que la tenía sujetada por la cintura.- Hola chicos, al parecer estaremos juntos en química, pero no se en que más, sólo Bryan y yo estamos en todas las clases juntos ¿No es genial? Ya tengo un amigo. -Dijo feliz y me volteo a ver. Mierda, ahora Jos y sus amigos me matarán.

- Si, claro. -Dijo dudoso y celoso, okay, hoy moriré. Sonó el timbre, todos comenzaron a entrar y tomaron asiento, los chicos se sentaron en medio donde siempre y jos en todas las clases no dejaba de mandarme miradas asesinas, mientras que Camile me veía y me mandaba hermosas sonrisas que parecían muy sinceras.

- Okay, chicos ya faltan cinco minutos para su descanso así que ya pueden salir. -Rápido me levanté de mi pupitre y salí del salón, vi que Canela venía detrás de mí así que prácticamente corrí, pero fue inútil, igual me alcanzó.

- Miren que tenemos aquí, el raro está en la escuela. -Dijo tomándome del suéter y girándome hacia él.

- Déjame en paz Jos. -Hablé.- Por favor, no te he hecho nada.

- ¿A no? Estabas de coqueto con mi novia, maldito bicho raro. -Dijo enojado y me soltó un golpe en la cara, así como uno en el estómago que me dejó tirado en el suelo retorciéndose de dolor.

- Déjalo en paz Jos. -Se escuchó un grito de una chica, sonaba como Camile.

- No lo puedo creer, ¿Qué le hiciste? -Habló Camile y se arrodilló frente mío para quedar a mi altura, mientras yo estaba tirado en el suelo aún retorciéndome de dolor.

- ¿Y me reclamas a mí? Él te estaba coqueteando. -Casi gritó Jos.

- No es cierto, yo fui la que se acercó a él. -Respondió Camile.- Eres un idiota, ¡Lárgate de mi vista! -Gritó furiosa, Jos sólo se dio media vuelta desconcertado y la miró triste para después irse con sus amigos.- ¿Y ustedes qué, metidos? ¡Váyanse! -Gritó enojada hacia la bola que nos miraba.- Ay por Dios, ¿Estás bien Bryan? Ven vamos a la enfermería, necesitas ayuda. -Me levantó enredando mi brazo en su cuello.

- Estoy bien y no te preocupes por mí, mejor aléjate, no quiero darte problemas con tu novio y yo tampoco los quiero tener. -Dije débil y me solté de ella para dirigirme al baño de hombres, sólo la vi quedarse ahí parada desconcertada. Entré al último baño y lo cerré con seguro, estaba triste ¿Qué les he hecho yo? Apenas conseguí una amiga y lo hecho a perder. ¡Estúpido que soy! Saqué mi navaja de mi mochila y corrí la manga de mi suéter para comenzar, me corté sin piedad, para después ver cómo caía la sangre. Y mis lágrimas también, iba a continuar con otro corte pero escuche algo o más bien alguien, una voz, su hermosa voz.

- ¿Bryan? ¿Estás aquí? -Preguntaba entrando un poco a los baños de hombres, tomé un poco de papel y lo puse en mi muñeca sangrante, cubrí mi muñeca con mi pañuelo para poder salir, saqué mi celular para ver mis ojos, estaban rojos y mi nariz igual, se notaba que había llorado, pero así salí.

- ¿Qué quieres Camile?

- ¡Bryan! Aquí estás, que alegría. -Dijo y comenzó a caminar hacia mi pero retrocedí a lo que ella se detuvo.

- ¿Qué no te dije que te fueras? Por el bien de ambos, hazme caso.

- ¡Pero no quiero alejarme! Quiero ayudarte Bryan, me importas y no me importa lo que la gente diga de ti. Son unos estúpidos, y no me importan los problemas con Jos.  ¡Me importas tú! -Wow ¿De verdad le importo? Jamás le había importado a alguien. Se calmó y volvió a hablar.- Aguarda, ¿Estuviste llorando? -Bajé la mirada, ahora creerá que soy un cobarde. Comencé a llorar. Iba a caminar pero un abrazo me detuvo, ella tomó mi rostro entre sus manos y lo levantó haciendo que la mirara.

- ¡Hey! Te dije que no bajaras la mirada. -Sonrió dulcemente, no pude más y la abracé, ella no tardó en corresponder el abrazo, apoyé mi cabeza en su hombro y sin más comencé a llorar.

- Ya ya tranquilo Bry -Me encantó cómo sonó cuando dijo Bry.- Todo va a estar bien ¿Okay? Dime que te pasa, yo te puedo ayudar, sólo tienes que hablar. -Ella sobaba mi espalda dulcemente mientras me abrazaba y yo lloraba en su hombro, me encantaba, nunca nadie había sido así de lindo conmigo.- No más gritos silenciosos, Bry.

/.../

¡Hola chicas! Aquí está el primer capítulo ya editado, espero que les guste más que los otros. Déjenme sus opiniones o sugerencias en los comentarios. Gracias. Las amo.

P.D: Sigan y denle mucho amor a Iqueluxx

-Phoett.

Gritos Silenciosos  (B.M)Onde histórias criam vida. Descubra agora