Por caminos separados

3.3K 258 9
                                    

Pasamos de estudiar y vernos todos los días a solo verlos en vacaciones de verano.

Después de que nos mudáramos de nuestro pequeño puedo a la ciudad, eso era todo lo que tenia. 2 meses con los únicos amigos que había logrado hacer, después de que Nick me defendiera aquel día, nos habíamos vuelto inseparables. Al menos por un tiempo, luego yo me había marchado y ya solo nos quedaban las cartas.

Me gustaban las cartas, el papel, la tienta y la caligrafía de cada uno, hacia que los sintiera mas cerca, se sentía mas personal. 

Ese verano, después de que Nick, André y Jared se graduaran había sido el mejor.

Todos y cada uno, incluido Rick, se habían vuelto chicos por los que babear. Me alegraba y me entristecía al mismo tiempo no haber cursado la secundaria con ellos. Eran irritables maquinas de atraer chicas y yo siempre, en los veranos que declinaban la descarada invitación de una turista o local por un compromiso previo conmigo, me volvía el objetivo de odio

Si, no había hecho muchas amigas y para el caso tampoco había hecho otros amigos. Nick y Jared eran parte del equipo de fútbol de la escuela. Mientras Rick se volvía un dios con la guitarra y bueno, André, solo necesita darte una dura mirada con aquellos ojos verdes para intimidar a cualquiera.

Si, cero chicos para mi. Aunque no es que me quejara.

Bueno, quizá si. Un poco.

Estábamos pasando el rato en el lago. Había mas personas pero nosotros logramos hacernos a un pequeño rincón libre de los turistas que atestaban casi todo el lugar.

Nick, André y Rick estaban en silencio. Después de que me marchara Rick había tomado el SAT para poder graduarse con Jared y los demás.

—Emma—los ojos chocolate de Nick sonreían, pero era una sonrisa triste.

Era tan diferente pero al mismo tiempo parecido al niño que conocí, su piel bronceada se extendía sobre su cuerpo delgado pero sus músculos definidos y marcados. 

Él había sido un corredor excepcional.

—¿Qué pasa?—pregunte. El estomago me dio un vuelco

—recuerdas que aun estábamos decidiendo cual seria el siguiente paso— esta vez fue la voz calmada y baja de Rick la que me respondió. Sus ojos azules seguían siendo intensos, al igual que Nick su cuerpo era delgado pero atlético. Su cabello ahora mas oscuro, casi negro.

Asentí.

André se sentó a mi lado y paso su brazo por mis hombros.

—nos iremos en una semana. Empezaremos el entrenamiento entonces

Trague —¿en...entrenamiento?

—seremos marines—André, con su cabello dorado y piel dorada respondió contundente.

Sentí las lágrimas pinchar las esquinas de mis ojos

Mire a Jared

—yo me quedare, preciosa—su sonrisa no alcanzo sus ojos mientras miraba a su hermano —¿recuerdas que siempre quise ser un bombero? Pues es lo que hare—Jared era el mas grande en cuanto a tamaño, sus músculos magros y su brazo y garganta tatuados habían asustado la mierda fuera de otros jugadores. Él había sido uno de los mejores quaterbacks en la historia del equipo de los Lobos. Su cabello castaño y sus ojos azules eran lo único que permanecía del niño de hace tantos años. 

Aunque aun seguía queriendo ser un héroe, uno de verdad.

—Pero...—no sabia que decir, de repente ni siquiera el caluroso día de verano parecía penetrar en mis huesos. Temblé —hay personas... Hay personas que no regresan

Todos ellos habían cambiado mientras yo seguía siendo una incómoda adolescente con espinillas en la nariz y cutis imperfecto. No tenia un cuerpo escultural, a penas si se notaba que tenia pechos y mi cabello negro siempre era una maraña desastrosa. Si, la pubertad no era mi asunto.

Me levante apartándome de los demás y me quede tras Jared. Los observe. Todos en sus pantalones cortos y solo Rick usaba una camiseta sin mangas que dejaban expuestos sus musculosos antebrazos.

Todos ellos eran imperdonablemente hermosos y yo había logrado conocer el lado dulce de todos. De alguna manera, yo, la rara y solitaria, había terminado siendo el quinto elemento de su firme cuarteto.

Y ahora ellos se iban a luchar en una guerra de la cual no podían asegurarme que regresarían.

Tres de los cuatro chicos que tenían un lugar en mi corazón podrían no regresar.

Sentí la rabia nublar mi visión.

Era irracional. Pero no me importaba, quería aferrarme a cualquier cosa que me hiciera olvidar el miedo que perturbaba los latidos de mi corazón. 

—¿Cómo pueden hacerme algo como eso?—grite, mientras las lágrimas caían libremente por mis mejillas

Todos se levantaron y trataron de acercarse pero di un paso hacia atrás —¡no!

—Emma...—los ojos de Nick contenían tanta tristeza, pero no quería notarlo. Quería seguir enojada. Era más fácil liderar con la rabia que con la aborrecible idea de perderlos

—no!—grite de nuevo —¿por qué no se los impides?—golpee el pecho de Jared y él ni siquiera se inmuto. Podía ver mi miedo reflejado en sus ojos cristalinos —¿Cómo puedes dejarlos ir?!—grite y seguí golpeando —¿Cómo puedes estar tan tranquilo?—mis brazos empezaron a temblar con el resto de mi cuerpo y un sollozo horrible escapo de mis labios

—lo siento—fue lo único que dijo antes de tomarme entre tus brazos

—Emma—la voz de Rick era tan hermosamente desgarradora

—¡los odio!—dije y empecé a retorcerme en los brazos de Jared hasta que logre liberarme

Pero no fui muy lejos. Los brazos de Nick pronto me capturaron

—déjame ir—patalee y lo golpee pero no me soltó —¡te odio! Te odio!—repetí. No sabia si mis palabras eran entendibles a través de mi llanto. Tampoco me importaba —¡los odio!—dije antes de desmoronarme, Nick y yo caímos sobre el césped verde, el sol aun brillaba y dejaba destellos en el agua. Era un día hermoso. Era un día asquerosamente hermoso mientras yo sentía que todo se venia a pedazos.

Sentí a los demás rodearme todos murmurando lo siento.

Escondí mi rostro en el pecho de Nick, podía sentir su corazón palpitar fuertemente contra mi palma.

¿Y si esta era la ultima vez?

El pensamiento me dio ganas de vomitar

Mirándolos a cada uno, suplique. Sintiéndome igual que aquella niña torpe y desconsolada que habían visto por primera vez —por favor. Sólo..... Solo quédense—solloce —por favor

En el silencio que siguió supe que ellos no se quedarían.

—prometemos que haremos todo lo posible por regresar a ti— la voz de André era solemne

Desee con todas mis fuerzas que eso fuera suficiente para traerlos de regreso. Sanos y salvos

All In (Todo O Nada) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora