Capítulo 23

4.8K 336 41
                                    

Primero que nada un felíz cumpleaños a DamarisRubiMontano

~~~~

Me desperte con ganas de ir al baño.

¿Que? ¿Esperaban que alguien me despertara? ¿Que la luz del sol me diera directo en los ojos? ¿que me despertara una alarma? ¿O unos toques llamaran a la puerta?

No mis niños, no todo en esta vida es así.

Me levanté del sofá, miré a mi zapato acostumbrando mi vista a la oscuridad. Cuando por fin lo logré caminé a oscuras hacía el baño del primer piso. Tropezando con todo objeto que había en el piso logré llegar al baño sana y salva.

Hice lo que toda persona hace en el baño y salí. 

Pero cuando abrí la puerta la oscura figura de un chico alto, de cabello gris y ojos negros, estaba entrando por la ventana de la sala como todo un fugitivo.

El fugitivo con el mejor culo de toda América.

-No grites- fueron sus primeras palabras.

No pensaba gritar, lo único que salió de mis labios fue:

-¿Que coño...?

Su cabello gris o rubio ¿Alguien sabe de que color es?  tapaba cierta parte de sus ojos.

En su mano tenía una arma, me apunto con ella. Me miró nervioso.

¿Es la primera vez que toma un arma este tipo?

-¿Quién eres? -mi voz sonó extraña.

-¿Quién eres? -repitió.

-¿Que quieres? -alce una ceja.

-¿Que quieres? -me imitó. 

-¿Te parezco graciosa? -lo desafie.

-¿Te parezco graciosa?-me observó.

-Soy un idiota- dije divertida.

-Soy un idiota -su voz era chillona. Reí como una niña pequeña- ¡Oye no! -derrotado sonrió.

Empezó a caminar hacía mí, enseguida me aparte de su camino retrocediendo unos cuantos pasos.

-¿Que quieres? ¿Eres un ladrón? -le pregunté.

-No soy un ladrón, bueno nose, tomo cosas prestadas sin pedir permiso- explicó.

-¡Oh por dios! Ahora eres mi secuestrador- casi grito, me hice la dramática para que no disparará.

-Shh...No soy tu secuestrador- me apaciguó. Suspire.

-¿Entoces puedo irme?

-No, no puedes- su voz se apagó. Luego de unos minutos volvió a hablar- Bueno, supongo que si soy tu secuestrador.

-¡Gritare!-lo amenacé.

-No lo harás- me desafió- solo dame lo que tengas y me iré-susurró.

-Claro...¿Quieres mi pijama o mejor mis tenis? -pregunté levantando ambas cejas.

Lo oí maldecir por lo bajo y entre dientes. Lo único que detecte fue un "Demonios"

-señorita- hizo un gesto como si estuviera sacándose un sombrero- Que tenga buenas noches- me sonrió cortes y se retiró saliendo por donde entró por primera vez.

Y esa fue la primera vez que hable con el fugitivo con el mejor culo de toda América...

Sacudí mi cabeza alejando esos pensamientos.

¡Alerta Roja! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora