Te encontré (Yaoi)

Peligro

— ¡Levi! –Gritó Takumi. Tocando la puerta de mi habitación—. ¿Ya estas despierto?

     ¿Qué si estaba despierto? ¡Ja! ni siquiera había pegado ojo en toda la maldita noche.  Y menos después de haber visto desaparecer a Jem de aquella manera en la madrugada, no pude evitar pensar únicamente en su extraño comportamiento y en su afilada mirada.

— ¡Sí! —Grité, mientras le abría la puerta con la toalla colgada a mi cuello. Me acababa de duchar y mi cabello aún estaba mojado.

—¿te apetece ir a la cafetería para poder desay…. –Se detuvo de golpe, examinando mi rostro.— ¡Diablos tío! ¿Te atropelló un carro?

—¿Tan mal me veo?

—Pareces un cadáver… ¿dormiste algo anoche? ¿Tomaste el medicamento?

—No a lo primero y sí a lo segundo—Contesté dejando la toalla encima de la pequeña mesa.

      Cerré la puerta de mi habitación y salí hasta al pasillo, directo a la cafetería.

—¿Por qué?

—Bueno… me entretuve ordenando mi habitación—Mentí, con la esperanza de que olvidara el tema.

—Vale, pero trata de descansar más porque de lo contrario no podrás enfocarte en tu beca.

     Se frotó el cabello, como si algo lo tuviera preocupado.

—De acuerdo—Sonaba seguro, pero muy dentro de mí sabía que era imposible.

— ¿¡Sabes por qué me he levantado temprano!? —Su semblante cambió de repente, sonrió alegre, cosa que me hizo saber que ya había olvidado el tema anterior.

— ¿Debería saberlo? —Cuestioné, encogiéndome de hombros.

— ¡Claro que sí! —Asintió señalando hacia la cafetería—. ¡Hoy es jueves de pizza!

     Arrugué la frente.

— ¿Pizza?

—Sí tío…—La comida favorita de Takumi es la pizza, el solo escuchar “Pizza” lo hace sonreí continuamente. Pero cuando se detuvo para ver mi reacción su risa se esfumó— ¿Qué pasa? ¿No te gusta la pizza?

—¡Claro que sí! –Exclamé.

—¿Pero?

—Pero… para desayunar preferiría….

—¡Tonterías! —Me arrastró hasta la fila en donde todos los estudiantes esperaban con entusiasmo su porción—. Comer pizza una vez a la semana no te matara.

     Sonreí.

—Vale, desayunaré pizza—Contradecir a Takumi era suicidio, y más si tenía relación con su comida favorita.

     Mi amigo sonrió, satisfecho de haberme hecho cambiar de parecer.  

     La fila era tan larga que me parecía que tendría que esperar un cuarto de hora allí parado y hambriento. Pero a Takumi no le preocupaba en absoluto, su sonrisa no se esfumaba, además tarareaba felizmente una canción que sonaba como a "Midnight City" del grupo M83.

     Al cabo de 20 minutos de paciente espera, finalmente obtuvimos la pizza. Takumi me empujaba por la cafetería buscando una mesa disponible.

—No lo capto—Se sentó mientras mordisqueaba la pizza caliente—. ¿Cómo es que no te vuelve loco la pizza?

     Me encogí de hombros.

—¿Es eso malo?

—No. Pero es realmente inusual.