No Te Quiero.(JICHEOL)

Capítulo 2 "Realmente ¿Quién eres?"

-Vamos, vamos, ¿Dónde se han metido? Malditas llaves, me estoy mojando, mierda.

De mala gana me acosté en las escaleras de la entrada.

Y agradecí a Dios, de que dejo de llover en esos momentos.

Además como cualquier persona normal dormir en las frías escaleras no sería mejor idea, pero es mejor que dormir parado en la puerta de mi pequeña choza.

Aunque mi duda más es donde metí mis llaves y como entraré, definitivamente mañana tendré que llamar a un cerrajero.

(...)

-Listo, joven ahora puede entrar- se despide el cerrajero.

-Gracias-

Entro a mi choza, si se las describiera en estos momentos debería decirles que es un desastre y además de eso es pequeño, demasiado pequeño; pero es barato así que no me puedo quejar.

-Dios, esto está lleno de cartas, demasiadas deudas; luz, gas, Internet, arriendo... ¡ARRIENDO!- no he pagado el arriendo la señora Lee me sacara a patadas si no le pago... ¡HOY!, dios moriré me pagan en 20 días más.

-Jihoon ¿Qué sucede?, esto es un chiquero- entra SeungKwan.

-¿Cómo entraste?-le tiro mi almohada.

- Dejaste la puerta semiabierta, bobo-me la devuelve.

-La haz dejado cerrada, ¿cierto?- me recuesto sobre mi sofá cama.

-Claro, adefesio dame espacio que también quiero recostarme- me saca la lengua- y ¿Qué te pasa por cierto?- me arrebata los papeles.

Sé muy bien que él me regañara, como también sé muy bien que no podrá prestarme el dinero que necesito.

-Mmm... -va por un vaso de agua mientras lee las cartas- Dime que harás la señora Lee de seguro ya está en camino; y te sacara de aquí en menos de un parpadeo, deberías empacar tus cosas antes de que llegué- él tiene razón debería estar guardando mis cosas y salir antes de que la señora Lee me saque de la casa sin nada.

-Entonces ¿me ayudaras a empacar?- intento parecer tierno.

-Tu cara de perro mojado me da asco, lo sabes MUY BIEN!!- me golpea.

-Si lo sé- suspiro exageradamente.

(...)

-¡CORRE!- grita agitado SeungKwan.

-¿Qué?-

"Esto es confuso" pienso.

- ¡Que corras! feo del demonio ¡¡QUE VIENE LA VIEJA!!-toma algunas maletas sale disparado hacia la calle.

"Si, SeungKwan es así, cuando le dan sus cinco minutos, insulta a medio mundo".

-Pero, ¿el resto de las cosas?- miro a mi alrededor.

-No te preocupes, no creo que la vieja sola pueda mover una cocina o un refrigerador SI APENAS MUEVE LAS PIERNAS, ¡¡TU SOLO CORRE!!- grita ya fuera del portón.

-Y, ¿ahora qué hago?; no tengo donde quedarme- pienso en voz alta

"creo que debo dejar ese hábito".

Entonces ya ambos afuera, Seungkwan me abraza.

-Te ofrecería quedarte en mi casa, pero mis abuelos han vuelto, y sabes cómo son ellos- me mira preocupado.

-Lo sé. No te preocupes, buscaré un lugar por ahí- Me encojo de hombros para restarle menos importancia, si lo preocupo más, él puede caer nuevamente al hospital.

-De verdad lo siento, yo no puedo hacer nada en este momento por ti- le acaricio su cabello; él es demasiado amable, muchas veces soñé con que SeungKwan fuera realmente parte de mi familia.

-Bobo, no importa sabes que tengo una carpa, y puedo acampar en la playa- levanto mis cejas.

(...)

Esta frío, las olas hacen eco debajo de este puente un ruido tranquilizador excepto por una cosa.

CHICOS+FIESTA, mala combinación.

Creo que no fue la mejor opción el venir aquí, no he podido pegar un ojo a pesar de que corea es un lugar tranquilo, hoy en la noche algunos chicos estuvieron de parranda en la playa, cantando bebiendo y diablos sabe que más.

Clic, clic... seguramente algunos de esos chicos debió despertarse, no quiero mirar y salir de mi calentito saco de dormir.

Además tal vez se moleste.

Pero alguien abre mi carpa...

-Hol... oh! Jihoon- dice alegremente aquel chico de la última vez.

Definitivamente no es mi día.

-Hola- asiento- tú eras el que sacaba fotos.

-Pues claro me la acabo de ganar  esta cámara anoche en una apuesta- sonríe- apostamos quien resiste mejor al soju, por supuesto que yo- y se escucha el ¡clic!

¡Me acaba de sacar una foto!

-HEY! ¡¿Qué haces extraño?!- intento sacar su cabeza de mi carpa.

-No soy un extraño, recuerdas que fuimos a la cafetería juntos-alega.

-Entonces, dime ¿QUIÉN ERES?- le saco la lengua.

Bueno lo sé me estoy comportando como un niño, pero por alguna razón el pelirrubio realmente me fastidia.