Ignorando aquel sentimiento salí del cuarto y toqué su puerta, oír los pasos acercándose me hicieron temblar, jugaba con mis manos y mi cabello ¿Qué iba a decir? <<algo como "hola cielo, olvide pedirte mi maleta, me la das por favor?" Eso suena lógico no Natalia?>>
Seguía en mis pensamientos cuando la puerta se abrió, mi corazón se detuvo un poco.
Una melena rizada se asomó y el rostro sonriente de Daniel me tranquilizó.

-Mateo no esta – su voz se escuchaba adormilada – fue a dar un paseo, pero llevó su celular

-No necesito a Mateo - <<acabo de decir eso?>> mi corazón se rompió un poco - Dejé mi maleta aquí creo y la necesito

-Ah claro - abrió por completo la puerta – pasa que no muerdo jajaja no a la novia de mi mejor amigo - pasé riendo de su broma

-Te dijo a donde fue? - tenía curiosidad

-Para nada, andaba muy raro – se sentó en la que creí era su cama pues estaba destendida

Sus palabras me hicieron tener aun mas miedo ¿y si ya se topó con Dulce? ¿y si, si es la dulce que lo lastimo? ¿Se volvieron a encontrar? Tantas cosas que pensar y tan poca cabeza. Estaba aturdida y necesitaba un respiro, hacía tiempo que no tenía tanta preocupación de perder a alguien desde que terminé con Luis <<él te terminó>> <<como sea>> . Me senté en el borde de la cama que seguía pulcra, justo frente a Daniel, mirándole con los ojos llorosos. En ese momento el era el único con quien podía hablar.

-La ultima vez que una mujer me miró así terminé siendo papá - se río - estas bien Nattys?

-Lo voy a perder Daniel – dije lo que pensaba – Lo voy a perder y tengo mucho miedo.

-Ay niña - su voz se volvió suave, supongo que me entendía, se hincó frente a mi – Conozco a Mateo desde hace años, si algo que puedo asegurar es que es un pendejo, siempre hace tonterías y mete la pata, pero también puedo jurarte por lo mas sagrado que tengo Natalia, es que todos estamos de acuerdo con que tu eres lo mas sensato que ese cabron a tenido en su vida – sonrió amablemente y yo devolví la sonrisa – apareciste en su vida como si ya hubiese estado planeado y le devolviste algo que todos creíamos que había perdido, las ganas de vivir. Si te hubiese presentado al Mateo antes de ti, no lo reconocerías, le hicieron tanto daño que simplemente creyó que no valía la pena seguir luchando por algo que ya tenía perdido... luego aparecieron estos gordos cachetes - estrujó mis mejillas - y Mateo volvió a ser el mismo, en su mejor versión.
Se que el miedo es algo que no podemos evitar Natalia, lo se muy bien, también se que el amor duele, pero dime que cosa que realmente valga la pena no lo hace? Hay que luchar por lo que amamos así es y siempre ha sido, pero si te tranquiliza saber, Mateo te adora Natalia y no piensa dejarte pronto – se levantó. Aquellas palabras me habían devuelto el alma.

-Gracias Daniel, no tienes idea de cuanto necesitaba eso – limpie las lagrimas que se me habían escapado, mire un poco por toda la habitación y pude ver mi bolsa de mano en el piso, así que solo fui a tomarla, algo apenada por haberle mostrado ese lado mío a Daniel, jamás habíamos tenido conversaciones tan largas. - espera un momento – al fin la información me llegó - eres papá?

-vaya que eres lenta jajaja - soltó una carcajada – de una bellísima niña de 3 años! Si – Se tiró en su cama de nuevo – se llama Samantha.

-y como es que nunca hablas de ella? - me senté de nuevo con mi bolsa en mis piernas

-Todos lo saben, es solo que nunca lo preguntaste

-hay muchas cosas que no se de ti ha? - alcé una ceja

-Ay Nattys, si tu me conocieras no estarías con Mateo – ambos reímos – pues que te puedo decir? La vida me dio un regalo de parte de una persona que no me agrada tanto, pero es el mejor regalo del mundo. - de su celular me mostró la foto de una pequeña idéntica a Daniel, rizos rubios castaños, ojos café y una brillante sonrisa, parecía una muñeca.

ERASE UNA VEZ MATEO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora