La verdad de Klauss

Start from the beginning
                                    

-Tranquila cariño, que te parece si comenzamos con las aplicaciones para la universidad, ver que profesión te gustaría ejercer y vamos paso a pasito –Le dijo Jenna uniéndose al abrazo que Annette mantenía con su hermano.

-Tienes razón tía eso ahora es lo más importante, saber qué es lo que voy a estudiar. Mamá me dijo que siempre debía tener un plan porque de no haber sido por papá y porque él abrió la escuela de danza cuando éramos niños, no hubiese tenido ningún respaldo a la hora de que su carrera se acabara, aunque aun siga bailando como los dioses.

-Bueno sobre eso, puede que tu padre haya tenido un poco de culpa en que tu madre no haya terminado sus estudios pero eso es otro cuento que ya está compensado así que ahora quiero esas caras preciosas sonrientes y vamos adentro a llenar aplicaciones para las universidades y ni locos crean que se van a ir muy lejos, porque las mejores están cerca de casa. Nunca he sabido si su padre compró en este lugar a propósito pensando en todas esas cosas como el estudio y en la llegada de ustedes y que algún día irían a la universidad o no. –Esto último Jenna lo comentó más haciendo una reflexión para sí misma que para los chicos que iban mas contentos y ensimismados pensando y hablando sobre las universidades.

Al pasar por el lado de su esposo este solo le regaló una sonrisa cómplice y le cerró un ojo a lo cual Jenna no supo interpretar del todo y decidió pasarlo por alto y dejarlo como un gesto más de los típicos que le hacía su marido, pues en todos esos años la chispa y el amor no se habían acabado, solo aumentado, cuidando y criando a ese par de niños como si fueran propios se creó una conexión que pensó que jamás podría existir.

Ya habiendo llegado a la habitación Jenna llamó a la madre de los chicos, ya que ella los alentaba para ir a la universidad sobre todo a Annette, porque si fuera por Evan, aun la tendría como su princesa y la mantendría así toda la vida si fuese necesario pues tenía el dinero para ello y bueno Anette era la niña consentida de papá ya que con Klauss la relación siempre había sido muy tirante y le dolía que su hijo siempre prefiriese a su tío Ross antes que a él, así que aprovechaba al máximo a su otra hija quienes se adoraban.

-Ya llegué, ¿de qué me perdí?, ¿han comenzado las solicitudes?, ¿no van a estudiar lejos de casa saben que su padre no los dejará verdad?, ¿Tienen claro lo que van a estudiar?, ¿Annette, te decidiste? –Decía Violeta atropelladamente sin dejar a nadie adentro poder contestar.

-Mamá! –Exclamaron ambos chicos un poco sonrosados y frustrados al mismo tiempo pues con los años su madre se había puesto más sobreprotectora con ellos y ahora los trataba más como niños que cuando eran unos pequeños, y eso era gracias a su padre que se habían vuelto un panal de miel y andaban esparciendo dulzura por todas partes y ya había dejado por completo su lado de cazadora.

-Cuñada por favor, relájate, ahora vamos a comenzar, primero tenemos que averiguar qué es lo que quiere estudiar esta niña que es la más complicada que hace tiempo se ve que no se sabe qué es lo que quiere –Dijo Jenna con un cierto doble sentido en sus palabras.

-Bien, yo pido comenzar primero, sino voy a envejecer esperando –Dijo un emocionado Klauss

Jenna cogió la computadora y abrió las páginas de las universidades más cercanas que como no, eran las más prestigiosas de todo el país y comenzó a leer los requisitos para las aplicaciones a cualquier matrícula y como Klauss ya sabía lo que quería estudiar, le dijo a su tía que se fuera directo a historia del Arte. Después de rellenar un pequeño formulario y una carta de una hoja sobre porqué quería estudiar eso, hicieron Click para enviar.

Apareció ante sus ojos un pequeño cuadro que decía "Estamos procesando su solicitud, en dos semanas obtendrá una respuesta en tanto si es aceptado como estudiante de nuestra universidad o no, le deseamos suerte". Klauss ya estaba con los nervios de punta, nunca fue muy bueno esperando a Violeta le recordaba en esos momentos a su esposo, pues Evan la única vez que "esperó" fue cuando se sumió en aquel sueño y eso para ella ni para nadie contaba mucho como esperar; el resto de las veces había ido directo por lo que quería y eso ella lo sabía de primera mano, por eso aunque a veces su marido y su hijo se pelearan, se parecían mucho mas de lo que estaban dispuestos a admitir.

No hay tiempo III: Esperaré...Hasta que te encuentreWhere stories live. Discover now