Corrección capitulo 2 "Peligro: depresión en curso"

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¿Que si mata? ¡Por supuesto!
Cuando amas tanto hasta tirar todo a la mierda no esperes flores y trompetas. Durante 2 años y medio Bradley y Heylie no juntaron palabras, Heylie solo lo miraba de lejos, ver como era el con su actitud tan graciosa y sarcástica era algo que a ella le encantaba; ver cómo podía tener todo el tiempo el seño fruncido, la mirada seria y que cada sonrisa que salía de la nada era atesorar una Aurora Boreal, esas que pasan tan poco frecuente, para Heylie era lo más bello de su vasca vida. Claro que Bradley no lo sabía, no lo tomaba en cuenta, pues Bradley solo se enfocaba en seguir cada día como un día normal, pero Heylie, ¡ah! Heylie, Heylie, Heylie, se soñaba con las historias donde si la mujer la cagaba el hombre aun así iría tras de ella ¡gran error!
Cuando volvieron a cruzar miradas fue más que frustrante para mí. Heylie no llevaba una buena relación con sus padres adoptivos y eso me encantaba, no me miren así, yo solo veía por mi supervivencia, así soy yo es mi naturaleza; pero cuando Bradley volvió a nuestras vidas separó nuestra relación tan linda entre Heylie y yo, ¡lo odiaba! quería matarlo, y así lo hice, tal vez no literalmente, pero destrozar a una persona por dentro es mi especialidad, es algo que solo se me da, lo amo, y me encanta como puedo hacerlo en tan solo unos cuantos años.
Recuerdo como fue cuando me hicieron a un lado, al parecer un amigo que tenían en común había sufrido un muy inconveniente accidente, Heylie a veces iba a casa de ese bastardo para recapitular lo que se había perdido durante su recuperación de las clases de matemáticas. Un día Bradley estaba con su amigo, burlándose de aquel fatídico accidente y Heylie llego con sus cuadernos y uniforme, no pensó en lo más mínimo que Bradley estaría ahí, y solo se sonrojo un poco de la vergüenza, el anfitrión la invito a pasar para empezar los estudios, ella asintió con una expresión de incomodidad, y así empezó mi olvido. Mientras Heylie explicaba las ecuaciones meticulosamente, Bradley jugaba con una pelota amarilla, tengo un vago recuerdo de como Bradley decía algo gracioso, como si invitará a Heylie a dejar esa actitud de nervios y docencia de lado y se divirtiera un poco, pero solo consiguió una sonrisa entre dientes con la cabeza cabizbaja, aunque Heylie pensó que él no se daría cuenta de su mueca juguetona, yo se que él lo noto, lo vi, me causó náuseas. Quería asfixiarlo, dejarlo sin aliento alguno, el estaba ahí, jugueteando con una guitarra, queriéndose sentir tan especial frente a ella, era repulsivo, tanta felicidad en el ambiente.
Finalmente había terminado la hora de estudios y Heylie tenía que llegar a casa =¡ya era hora!= pensé, de alguna manera veía mi futuro, llegaríamos a casa, Heylie discutirla con sus padres adoptivos y yo la recibiría en mis brazos, abiertos siempre para ella, solas como siempre habíamos estado, cometí mi primer error.
Bradley y su amigo le dijeron a Heylie que la llevarían a casa mientras veían un vídeo de Eminem en YouTube, fue cuando tuve miedo por primera vez. Ellos se quedaron solos por un momento, mientras su estúpido amigo iba a avisar a sus padres que Heylie no iría sola casa, vi como empezó a transpirar de pena e incomodidad, mientras ella veía solo el monitor de la computadora sentí una sacudida espontánea, ¡era el! Bradley estaba cargando a Heylie como si fueran a pasar por el umbral de la puerta como hacen los recién casados, le dio vueltas en sus brazos mientras ella trataba de cubrirse con la falda su entrepierna, Heylie usaba short siempre, era una mojigata, no entendía por qué hacía eso, cuando el regocijo y las risas de Heylie terminaron Bradley la bajo con calma, como si fuera una muñeca de porcelana y no quisiera romperla, le dio un fuerte y suave abrazo a la vez; Heylie confundida preguntó = ¿ Por qué dejaste de hablarme? = a lo que Bradley le contestó con un suave susurró en el oído =en algún momento te diré=
En ese momento me quebré, como un hueso chocando contra el pavimento, Heylie casi se moja con aquel susurro, maldita pubertad. El bastardo que los junto de nuevo bajó para llevar a Heylie a casa junto con Bradley, los tres iban perfectamente felices, jugando, celebrando, riendo; quería matarlos a todos, estaba furiosa.
Cuando llegamos a casa, mi predicción había sido casi acertada, Heylie discutió con sus padres adoptivos, pero pareció no importarle, se escabulle hasta su recámara y ahí, justo ahí, me tiro hacia la pared, me agravio como nunca, dolía tanta emoción en ella, era como si hubiera terminado conmigo, parecía que yo nunca había existido en su vida, estaba extasiada de felicidad, como si se hubiera ganado la Lotería, no lograba entenderlo, como una persona en minutos podía despojarla de mi lado, esto no se quedaría así, yo mataría por la compañía de Heylie, y eso era lo que estaba a punto de hacer.

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⏰ Dernière mise à jour : Sep 06, 2016 ⏰

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