La Herencia del Abuelo

826 25 2
                                    

"Todos sabemos que las cosas materiales valen, y algunas son bastante onerosas, pero...¿valen realmente en la vida?".

Con el reciente fallecimiento de Don Horacio, una humilde persona que siempre pensaba en el bienestar de su querida familia, su hijo, Manuel, convocó a toda la familia. A pesar de ser sólo cinco, se debía esclarecer un asunto que va más allá de lo sentimental, un deseo de ínfimos valores humanos, la atracción por el dinero...en éste caso, la herencia que legó el abuelo.

Ya con la familia reunida en torno a un gran mesón en la sala de estar, Manuel toma el papel de mando y se dirige oralmente hacia sus cercanos, abordando con la vista a todos, expuso la seriedad que requiere el asunto.

-Como ya saben, el abuelo ha fallecido y nos dejó una herencia y la distribución de está fue escrita en su testamento.

Todos se mantuvieron inmutados, simplemente atentos a cada palabra que les entregara el orador situado frente a ellos. Manuel se movió hacia un sillón verde de terciopelo, que se encontraba al lado de un baúl azul con dorado, para luego sentarse y empezar a leer el testamento que tanto ansiaban escuchar todos.

-"Con este testamento...bla bla bla...reparto mis posesiones entre mis familiares. Sé que han de gozar de un llamativo ingreso monetario, debido a su alta clase social, pero os dejo unos recuerdos que tengo guardados, que para mi poseen un gran valor sentimental.

Para mi hijo Jorge, ya que siempre te veo vestir tan elegante y galán, te permito uno de mis más preciados trajes, el traje de frac con el que conocí a grandes autoridades europeas dentro de mis numerosos viajes que he de contaros cuando erais un floreciente adolescente ."

En la faz de quien había sido nombrado por el fallecido se dibujó una sonrisa casi etérea, luego se levantó y camino hasta el baúl, al abrirlo se encontró inmediatamente con lo prometido, un traje de frac en perfecto estado, lo asió con sus temblantes manos y caminó con dificultad de regreso a su sitio. Ansió colocárselo en honor a su padre y en unos minutos ya estaba elegantemente vestido de frac en la sala de la reunión. Se paró frente a todos y juró que honraría su legado conociendo por lo menos tres grandes autoridades, tal como su padre hizo en sus años dorados. Jorge partió, irrespetuosamente, y se fue a arreglar para viajar al día siguiente, con su objetivo claro en mente, mientras tanto, Manuel continuó la lectura del testamento.

-"Para la querida esposa de Manuel, mi dulce nuera, he de dejarte uno de los más preciados regalos que me cedió mi madre, que en paz descanse, una caja musical de su época, es loables condiciones."

María tomó la caja nombrada, la observó analíticamente y, mientras caminaba fuera de la sala escuchando la melodía, rompió en llanto. Manuel prosiguió.

-"Para mi hijo Manuel, le dejo algo que siempre deseó, desde muy pequeño, la radio con la que disfrutábamos esos  hermosos atardeceres de Septiembre."

La cara de Manuel se tornó de un tono más cálido mientras miraba la radio que todavía estaba en el baúl, pero, por respeto a los presentes, continuó la recitación rápidamente; además, sus hijas, Viviana y Carmen, estaban ansiosas por saber que les esperaba.

-"Y para mis amadísimas nietas, les dejo algo que les será de mucha más utilidad, una enseñanza. En el baúl hay dos joyas preciosas y dos ositos de peluche, los cuales aprecio bastante debido a todo lo que significaron para mi a lo largo de mi vida, porque con ellos, la abuela y yo, simbolizamos nuestro amor. Ahora deseo que elijan una opción, las joyas o los ositos."

Las hermanas se miraron como si estuvieran comunicándose telepáticamente, sólo entre ellas se entendían y cada una sabía que estaba pensando la otra, sin necesidad de decirlo. Se acercaron al baúl y tomaron las joyas con una sincronía impresionante, y luego se sentaron a escuchar el resto de la enseñanza.

-"Si eligieron los ositos, las felicito, una buena semilla ha sido plantada en el interior de sus corazones y que no sólo piensan en dinero y lo material, sino que primero en la familia, sigan así y ahora pueden tomar las joyas si es que así lo desean.

Pero si tomaron primero las joyas, me decepcionaron, no creí que ustedes fueran así y tampoco que mi hijo las haya educado en malas direcciones...espero que cambien y aprendan que el dinero no lo es todo. Si se dieron cuenta, al elegir los ositos, conseguían las joyas, pero si tomaban las joyas, no consiguen nada más que una satisfacción pasajera".

Las niñas, decepcionadas, se entristecieron y fueron a llorar a sus dormitorios....el padre, sin más que hacer, tomó su nueva radio, se sentó al lado de una ventana y ,acompañado de la luz tenue del atardecer, encendió la radio y escuchó nostálgicamente aquel artefacto que desató evocaciones cálidas.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Aquí les dejo la enseñanza: "Con la familia se hace la riqueza, aunque no necesariamente sea material, sino del corazón y del alma".  

La Herencia del AbueloOnde as histórias ganham vida. Descobre agora