E i g h t

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Con el paso del tiempo, habían conocido —por decirlo de alguna manera— a incontables personas, de las cuales la mayor parte de estas ya estaban muertas, claro, supongo ya sabrán ustedes el por qué ¿no es así? Solo un reducido número de cuatro personas habían sobrevivido a encontrarse con ellos.

Un castaño, de ojos azules, llamado Freddy, que sufre de un trastorno de identidad disociativo o más conocido como personalidad múltiple pero a pesar de ello era todo un maestro al volante a la hora de manejar un vehículo a toda velocidad. Un rubio, oji-gris, Golden, capaz de hackear cualquier sistema de seguridad. Otro chico, rubio oscuro, también oji-gris, Springtap, él cual no sabrías si te esta hablado enserio o te miente, es un experto en fingir para conseguir lo que quiera, ya que dice mentiras con una naturalidad que era imposible no creerle. Por ultimo un pelirrojo, un traficante de armas ilegales, muy difíciles de encontrar, —aunque eso las hace ser de las mejores que hay— su nombre era Foxy.

Era cierto que no era buenos —mejor dicho completamente inútiles— para hacer amigos, pero esos chicos tenían un pasado, uno algo trágico, muy parecido al del dúo, cada uno con una historia oculta detrás de su actitud de «chicos malos», tal vez por eso se llevaban tan bien. Entre ellos se entendían.

En este momento, el peli-morado y el peli-azul habían llegado juntos, después de varias corridas y saltos por los techos, a un edificio abandonado, casi callándose a pedazos. Entraron al lugar y seguido se encontraron con su ahora pandilla, desde habían formado hace unos meses atrás.

—Bien, ya todos estamos aquí. —exclamó el pelirrojo y arrojó al frente una bolsa algo grande.

—¿Qué se supone que hay allí? —pregunto el de cabellos dorados.

—Ábranla, y lo sabrán. —contestó sonriendo.

Bon se acercó, recogió la bolsa de aquel mugriento suelo y la abrió, para seguido entregarle un arma, que había sacado de ahí, a cada uno.

—Al parecer si piensas, Rojo. —habló divertido Springtrap, mientras maniobraba con su nueva arma que tenía en manos.

—Ya cállense ustedes dos. —Dijo el castaño antes de que el de ojos ámbar, tirando a un vivo color amarillo,  contestara algo al supuesto insulto dicho anteriormente— ¿Y, para que se supone que estamos aquí? —preguntó con cierta curiosidad.

—Robaremos el banco Fazbear's Fright. —contestó con simpleza el peli-morado.

—Es el único banco en esta estúpida ciudad que aún no le ha pasado nada malo. —le siguió el peli-azul.

—Entonces ese banco será. —finalizó el rubio más claro, a lo que todos asintieron con sus típicas y enfermizas sonrisas.

Al terminar la charla, cada quien se colocó su respectiva sudadera, y se pusieron la capucha de esta para tapar sus rostros y ocultarse más fácilmente entre la oscuridad. Armas cagadas, repletas de balas, y cuchillas y navajas afiladas por parte de Bonnie. Todo listo para su nueva hazaña, una más en su gran lista, ¿pero quién sabe? Podría llegar a ser la última ¿no? Pero bueno, dicen que no hay que llamar a la mala suerte.












—Esse.

[Aquí tienen su capitulo, lamento si tarde en subirlo. Comenten si les gusto, y regálenme un estrellita. :3 ¡Os amo, la historia crece cada vez más gracias a vosotros! Cambiando de tema, en el nuevo episodio de FNAFHS, osea el episodio 22°, cuando Toddy entra con Bon a la sala de música, si mal no recuerdo, dice: "—Yo soy su pro...— ¿Su pro...? ¿Qué pro...? ¡Por favor díganme que no es su prometida! Aún que a pesar de eso, me alegra que Toy Chica ayude a Bon con sus sentimientos confusos, en algún momento aceptara que es amor y del bueno. >:v] 

«Partners In Crime» |BonxBonnie| #FNAFHSWhere stories live. Discover now