MOKSHA: Captive [+21]| EN PROCESO |

DOS

Olivia acaricio con delicadeza su nuca, permitiéndole ocultar su rostro en su cuello, respetando ese derrumbe que tanto solía atrasar el mayor de los Barnes.

— Ya está de vuelta con nosotros... ahora todo será diferente.

Le aseguro la morena, aún si ella era consciente de lo incierto en dicha situación, sobre todo respecto a sus padres.

Marc alejo su rostro del cuello de su hermana dándole el permiso necesario, al apartarse lo preciso para observarla, para que sus manos acunaran sus mejillas.

— No estoy de acuerdo con que vuelva a esa Universidad... Siento que todo puede volver a pasar...

Los pulgares de la joven acariciaron en consuelo las mejillas de su hermano, ambos se observaban con el mismo nublado tormento que generalmente escondían hacia el resto.

Solo se tenían entre ellos, solo podían confiar en la familia y teniendo a los padres que tenían, el único descanso para descubrir sus verdaderos rostros, eran entre ellos, como los hermanos unidos que no aparentaban serlo.

Olivia era la típica chica de veintitrés años que tenia todo resuelto, aún si cambiara de metas en la vida como de caprichos costosos, a simple vista era alguien caprichoso, consentido y tan vanidosa y arrogante como su madre, pero muy pocos conocían más allá de lo que ella tanto deseaba mostrar al exterior.

Si quiera sus padres podían darse el lujo de realmente saber o ser conscientes de cómo eran sus dos hijos mayores, puesto para su desagrado, Alice había salido de sus estándares siendo tan sentimental y abierta en emociones como se presentó desde su juventud.

Motivo por el cual sus hermanos se ocuparon de apartarla de las obligaciones a las que debería estar sometida por el apellido que arrastraba su nombre. Pero ese fue quizás su primer error, no haberse sincerado con la realidad de la sociedad a la que pertenecían, donde nada es lo que parece y de donde nunca obtendrás algo bueno para conservar sin un "pero" de por medio.

— Yo estaré ahí con ella, procurare no vuelva a pasar... igualmente Mamá me dijo que ya habían solucionado las cosas... que no debería existir percance alguno.

Marc aparto con delicadeza las manos de Olivia antes de asentir con vehemencia.

— Cuanto dinero habrán gastado esta vez...

Una mueca se deslizo sobre los labios de Olivia antes de posar su bolso sobre la mesita próxima al sillón, donde el portátil de Marc aún se encontraba abierto.

— No lo sé... y la verdad, si quiera quiero saberlo... — A medida que hablaba, se iba despojando de su abrigo, así como Marc se volvía a acomodar en el sillón de donde se había levantado. — ¿Crees que esta vez la actitud de Mamá se suavice un poco?...

Marc la observo con una de sus cejas alzadas, como si hubiera soltado un disparate, aportando así que la morena bajara sus hombros en una evidente mueca de derrumbe, esos que volvió a alzar en esa postura refinada de la que tanto se caracterizaba en mantener.

— ¿Está en su cuarto?

El asentimiento que Marc le dio fue suficiente como para, tras posar el abrigo en el respaldar del sillón con ese aire despreocupado de ser consciente alguien del servicio se ocuparía de sus cosas, retomo su caminar hacia las escaleras del recibidor, para subir así a la segunda planta.

Ella cruzo el pasillo sabiendo cual era su principal destino y tras alcanzar la puerta abierta que daba al dormitorio de Alice, se permitió unos segundos en observar a su pequeña hermana recostada sobre la cama.

Olivia se apoyo sobre el marco de la puerta, no atreviéndose a interrumpir la paz que parecía por fin dominar el sueño de Alice, pero no fue ella quien se encargo de interrumpir tan dulce momento, sino el lamento casi imperceptible que se deslizo de entre los labios de su hermana menor.