Captured Belieber [Terminada] {Justin Bieber y Tu}

7. Kisses, kisses and more kisses. {Besos, besos y más besos}

Cuando me desperté bajé a la primera planta de la casa y no vi a Justin. La casa estaba desierta y yo sola. Salí al, inmenso, jardín trasero donde se encontraba una piscina que se extendía al horizonte, la luna se reflejaba en ella, y junto a las luces interiores de la piscina hacían un espectáculo precioso para la vista. A uno de los lados de la piscina había un espacio cuadrado con piso exterior ocupado por hamacas que estaban debajo de una sábana que se agarraba a dos palos de madera oscura. Había una parte con un comedor y una mini cocina.

Escuché ruidos provenientes del garaje, las luces encendidas delataban la silueta de una persona. De Justin. Me acerqué a la puerta de éste y me quedé viendo a Justin. Trabaja en uno de sus coches de alto precio. No sabía que sabía de coches. No tanto como para intentar arreglarlos o cambiar piezas y esas cosas que hacen los hombres. O al menos, la mayoría.

Llevaba una camiseta blanca de tiras y sus pantalones cortos negros de deporte me dejaban ver sus boxers color granate con la cinturilla blanca y dos rayas del mismo color que unían su bulto. Tenía el pelo revuelto y una gota fina de sudor caía sobre su frente. Estaba tan guapo que mis piernas temblaban por sí solas.

No se había dado cuenta de que estaba ahí hasta que, creo, sintió mi presencia y se dio la vuelta. Me miro y me sonrió. Se limpió las manos en un paño blanco que había en una mesa de herramientas. Se acercó a mí y juré que me moría ahí mismo. Esa sonrisa era preciosa y más en persona. No me quedé atrás y levanté, ligeramente, las comisuras de mis labios.

-Te has despertado -Me dijo.
-¿Lo afirmas o lo preguntas? -Reí.
-Muy graciosa -Llegó a mí y sin tocarme con las manos, me abrazó para no mancharme con la grasa que aun quedaba en sus manos. Me miró a los ojos y sonrió aun más.
-¿Qué? No, no me mires así -Le dije apartándo la vista.
-Me es imposible. Estás preciosa en pijama -Miramos hacia abajo. Yo seguía en pijama delante de Justin. Qué Dios me pille confesada.
-Bueno, se me olvidó quitármelo -Susurré.
-Mejor así. Te ves sexy -Me dijo pícaramente.
-Calla, anda. Tengo hambre -Hice un puchero.
-¿Qué quieres comer? -Preguntó besándome la frente.
-Siempre he querido probar tus famosos spaguettis -Reímos.
-¿Es eso lo que quieres? -Me besó la punta de la nariz y rozó su nariz con la mía. Cerré los ojos al contacto. Estaba demasiado lejos.
-Sí -No sé si lo escuchó pero no estaba para hablar alto.
-¿Con salsa, bonita? -Me besó la mejilla.
-Asentí y volvió a hablar- ¿Y un besito?

En ese momento mi corazón se paró y yo me quedé parada con él.

-Los besitos para el postre. Lo prometo, ¿vale? -Yo asentí como tonta. ¿Me había negado un beso? ¿No quería besarme?