Nyan!! [Haikyuu!! - KuroKen]

Pepino asusta gatos

HISTORIA #1: PEPINO ASUSTA GATO

Kuroo había invitado a merendar a su novio Kenma. El más joven no dudó en aceptar la invitación, a pesar de que en su respuesta se notaba algo de pereza.

Siendo las seis de la tarde, Kenma se encontraba afuera de la casa del moreno. Se había puesto unos jeans, una sudadera, y unas zapatillas negras con blanco. Traía también una gorra roja y una bufanda de un tono similar.

  —Hola.—  saludó un poco nervioso el rubio al ver a su novio abrirle la puerta que daba a la calle. Sabía que estarían solos.

 Kuroo vestía una camisa a cuadros roja con negro, jeans, un delantal de cocina de color negro, y zapatillas deportivas.

—Hola Kenma, pasa.—  dijo Kuroo con una gran sonrisa. Cerró el portón en cuanto Kenma pasó al antejardín, y después ambos caminaron hacia la entrada principal. Luego se sacaron los zapatos y caminaron sin hablarse hasta la sala de estar donde había una mesa baja con un cobertor encima y cojines de asientos. El calentador estaba encendido debajo de esa pequeña mesa cuadrada, y había una tenue luz que iluminaba  la habitación. 

—Está casi listo, puedes esperar en el kotatsu — dijo Kuroo antes de retirarse y entrar a la cocina.

Kenma se metió bajo el cobertor del kotatsu y se sentó sobre el cojín. Parecía perdido en sus pensamientos. En esos momentos de espera, recordaba el inicio de su relación con Kuroo.

Habían pasado cerca de cinco minutos.

— ¿Kenma? — susurró Tetsurou asomando su cabeza en la sala donde su armador lo esperaba sentado. 

Desde su perspectiva veía su espalda, pero igual lograba notar lo que hacía en ese rato. Parecía que  mataba el tiempo mirando sus dedos. No llevaba ninguna consola en la mano, y tampoco parecía estar con el celular. Esto lo supuso al sentir el ruido que hacía Kenma con sus dedos sobre el mueble. 

El capitán de Nekoma sonrió muy  confiado y se escondió detrás de la puerta que daba al comedor.

—Kenma, la tarta está lista, te la llevaré en seguida.—  dijo Kuroo desde la habitación contigua. 

El armador se puso cada vez más ansioso, ahora movía los dedos de sus pies. Sus mejillas se habían enrojecido un poco al empezar a sentir un agradable olor a manzana. Era la primera vez que Kuroo cocinaba algo dulce para él. Y justamente era su comida favorita, por lo que se encontraba muy feliz.

Sin embargo, su estómago empezaba a rugir del hambre, y no había rastro de Kuroo con el pie de manzana. Le pareció extraño ya que su novio le había hablado hace muy poco y habría jurado que estaba cerca de la puerta.

Volteó curioso esperando ver a Kuroo, pero al darse vuelta, vio una cosa larga de color verde oscuro en el suelo muy cerca de él. Abrió sus ojos de la sorpresa, y saltó del kotatsu como si hubiese estado sentado sobre un resorte todo ese tiempo. Al  darse cuenta que se trataba de un pepino y de que Kuroo era el responsable, frunció el ceño. 

Tetsurou había aparecido en la sala riendo mientras sostenía un plato con el pie de manzana.

Kenma lo miró enojado y volvió a sentarse en el kotatsu.