Cupido al aire

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La música inundaba el ambiente de la radio, en la tranquila tarde del jueves, el joven de los controles se desperezó en su silla. Miró hacia la ventana, no había gran panorama, pero se veía que el sol estaba ocultándose. Mi turno está por terminar, pensó. Reclinó su asiento, subió los pies sobre la mesa de mezclas y cerró sus ojos para echarse una pequeña siesta. No pasó mucho tiempo hasta que empezara a escuchar unos murmullos que perturbaban su calma. Al parecer, no estaba solo en la cabina.

-Mira Luis, hoy tienes que... ¡Me estás escuchando! -exclamó una voz femenina.

-¡Wow! -Dijo sorprendido, casi cayéndose de la silla- Lo siento jefa.

-¿Durmiendo otra vez en el trabajo, eh? -Preguntó con cierto enojo- Bueno, no importa. Hoy tendrás que quedarte hasta las nueve.

-¿Y eso por qué? -cuestionó sorprendido, levantándose de su silla.

-¿No te diste cuenta? Tendremos una participación especial en la entrevista de esta noche.

-No, nadie me ha contado.

-Milagro porque lo anunciamos en la página de Facebook esta mañana. Tú siempre estás al pendiente de esa cosa -soltó con algo de extrañeza en su voz.

-Carajo, justo hoy es el día en que decidí no andar de vago y ser responsable -comentó- ¿sabe qué? No me pagan lo suficiente.

-Pues ya somos dos, tampoco recibo un buen sueldo y eso que soy tu superior.

-Ya veo. -Hace una pausa y se sienta en la silla con expresión pensativa, a los segundos su rostro se ilumina, una pregunta viene a su mente- ¡Jefa, espere un momento! Las rutas dejan de pasar a partir de las nueve ¿Cómo me voy a ir?

-No lo sé -dijo con extremo desinterés-. Será mejor que busques a alguien que te dé un aventón. A no ser que prefieras quedarte por que podría asignarte el turno por el resto de la noche.

-¡No gracias! Otro día con más calma quizá -exclamó con una sonrisa nerviosa- ¿Y bien, con quién será la entrevista?

Una sonrisa gatuna de satisfacción se dibujó en el rostro de la mujer.

-Ya verás...

El segmento musical de Luis continuó hasta las 7:55 pm. Como despedida reprodujo el tema de Chino y Nacho: "Andas en mi cabeza". Para sorpresa de miles no holgazaneó por miedo a que su jefa lo viera. Justo entonces entra a cabina uno de los locutores, un hombre alto y de aspecto prolijo, entrado en sus treinta, él sería el que se encargaría de hacer la entrevista. Estaba con ansias, puesto que había oído de Cupido, ni se imaginaba qué vería entrar por la puerta de la radio.

-Esteban, ¿tú harás la entrevista? -comentó con sorpresa y admiración el joven.

-Pues claro, ni modo que mi abuela. Si estoy aquí es porque entrevistaré a alguien o haré algún programa, a veces me pregunto si eres o te haces.

-Deja de ser tan cínico, oye, ¿quién es? -dijo sonriente, apoyando los codos en la mesa, que tenía unas carpetas desperdigadas.

-¿Quién?

-Tu entrevista.

-Se ve que no tienes muchas luces, es Cupido.

-¿Cupido? No jodas, ¡qué mal chiste! -exclamó con burla.

-No es un chiste -dijo con seriedad.

-¿De verdad? -Soltó con duda-, espero que no sea una broma, con que no sea quién estoy pensando yo te...

-¿Qué? ¿Piensas hacerme algo? -espetó interrumpiéndole.

-La verdad es que ya quiero irme a casa, no importa -suspiró con cansancio.

Cupido al aireWhere stories live. Discover now