Así empieza...

4.8K 183 1
                                    

Llevaba dias aqui encerrada, me dolia todo, inclusive el aliento, sabía que iban a volver, esta vez seria peor, ya me habia enfrentado a uno de ellos, el que se hacia llamar "s", quien cojones se llama S?

bueno, en resumen? creo que tengo una costilla rota, hace tres dias que no siento el dedo indice de la mano izquierda.

Estoy intentando dormir o relajarme sin mover el tronco, me duele muchisimo.

Oí abrirse la puerta y me alarme moviendome demasiado y soltando un gran grito de dolor.

-Callate, joder.-gritó fuerte, pasándose ambas manos por el pelo con frustración.

Me mantuve en silencio y lo mas quieta posible.

-Sheldon te va avenir a ver, te caiste por las escaleras recien fregadas y ya.

Matame dioos..

-No

Me miro

-¿que?

-No, no voy a mentir por ti

Se rio sonoro.

-Vas a hacerlo sino, eso,no sera lo peor.-Dijo acercandose hasta darme con la mano en la costilla y haciendome gritar.

- Ves hermosa?

Yo simplemente asenti y me intente alejar pero era imposible. Su mano ae apoyó en mi pierna y empezó a apretar con fuerza.

-Si abres la boca, tus amigas, tu hermano, tus padre... Cualquiera a quien queres lo pasará mal. Muy mal y todo por tu culpa.

El chico simplemente se levantó y me dejó sola en la habitación de nuevo.
Ayer había estado indagando y supuse que esta era su habitación. La ropa oscura y apretada del armario olía a el por todos lados, casi vomite al olerlo. Pero luego, no había fotos, no había notas, libros... Nada salvo alguna qje otra arma sin carga. Si la tuvera ya me habría ido de esta puta mierda de sitio.
S era muy peculiar. Tenía ese aire a chico malo que sale en peliculas conquistando a la mujer, pero en este caso, yo sabía que no era un aire a chico malo, era el demonio en persona. Era alto, con una gran espalda,  razos y cuerpo marcados. Pelo ondulado, quizas rizo y oscuro. Sus ojos era verdes, como los de los gatos. Era pura desconfianza e ira contra el mundo.  Era guapo, pero como persona daba asco.
La puerta se volvió a abrir. Lucas apareció preocupado, se me acercó y buscó heridas en mi rostro y algunas partes del cuerpo.
Respiró hondo y preguntó.

-¿Te sientes bien?-Asenti rápido e intenté sonreír. - Me alegro. - miró la comida y me acercó la manzana. - Come, te vendrá bien.
Se levanto cerrando la puerta tras de sí.
Los geitos comenzaron antes de lo normal. Lucas y S no se llevaban muy bien.

-¿Qué cojones hacea inútil? No puedes dañar ni tocar la mercancía. Sin ella no cobramos y te recuerdo que en un mes se largara. Intenta ser al menos civilizado cuando se trate de ella o te vas. - gritó Lucas.

-Ya soy civilizado, es solo que me saca de quicio esta mierda de curro y me jode que hombres tan viejos se las lleven aolo por unos miles de dolares, mientras que nosotros las cogemos y se las llevábamos, aaah, y sin olvidar que ahora también las mantenemos. - dijo aún más fuerte S.

-Por esa chiquilla nos llevaremos cien mil de los grandes. Seja de quejarte y ponte a hacer tu puto trabajo, si no, te vas. - sentenció Lucas.

Ahora lo entendía todo, yo solo era una moneda de cambio para ellos. Una moneda de cien mil dolares.
Solo podía pensar en como huir, quizas por el camino cuando me lleven a mi nuevo "dueño", quizas cuando se vayan todos a dormir, quizás ahora mismo.
Y por otra parte... ¿Quien me compraría? ¿Un viejo, un joven muy feo, una mujer gorda, una mujer arrugada, un niño caprichoso?
Ojalá papá y mamá me estén buscando.

Secuestrada (Harry Styles y tú).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora