Anecdota £• 4

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Vivi muchos años cerca de un cementerio.
Siempre me a gustado lo referente al terror y ese fue un reto personal que realice.

La cerca se encontraba en mal estado, deteriorada así que me adentre en la penumbra. Eran como las 11 de la noche y por fortuna la luna iluminaba la oscuridad del escalofriante lugar.

Pero ojo. No fui sola. Daba miedo ir a visitar a los muertos cuando se tiene 10 años y aun mas si mi imaginación no tiene limites. 

Podría pensar que los muertos resucitaban y me iban a atacar así que fui con mi gato. Copito. Que en paz descance.

Y recorri todo el cementerio menos donde habia bosque o las criaturas de la noche podrían acabar con mi vida.

Resulta que al final no daba tanto miedo como creí. Nadie se levanto de sus tumbas y las almas en pena no me molestaron.

Entre a la casa en silencio y nadie supo de me escabullido de casa por 15 minutos.

Casualidades de la vida Where stories live. Discover now