Relatos

Amanecer

Otro día sin dormir... He perdido la cuenta de todas las noches que llevo en vela, esperando al brillante astro, que a veces parece no querer salir.
Está anocheciendo y mi cuerpo se estremece de tan solo pensarlo, otra larga noche de invierno esperando con las luces encendidas a que llegue el día... No sé si es miedo a la inmensa oscuridad o a no poder ver el amanecer... La oscuridad me desespera, pero la luz también me aterra.
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Estoy asustada... La oscuridad quiere atraparme, tiene un dulce olor que me embriaga mi cuerpo quiere sucumbir a ella, pero debo de mantenerme despierta. Necesito sentir el calor del sol en mi piel, deslumbrarme con su luz y poder decir que estoy viva... Pero quien puede asegurarme que lo que siento es vitalidad...
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Estoy confundida y aterrada... -No aguanto más- grite con voz áspera y con los ojos llenos de lágrimas mire a la Luna... Si a la Luna, la culpable de mi desesperación, quien me roba mi luz y me trae la oscuridad pero que a la vez es más hermosa que el sol.
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No sé qué día es hoy, ni quién soy, ni porque sigo viva, solo sé que el motivo de mi existencia es ver el amanecer, pero ya no me da vitalidad, ya no siento la calidez del sol... La luna sigue tan bella como siempre y el dulce olor de la oscuridad cada vez es más intenso... Ya no espero al sol con todas las luces encendidas, mi habitación solo es iluminada por la Luna al igual que mi vida
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He acabado acostumbrándome a la oscuridad, pero aún no es suficiente... La Luna también me brinda su luz, al principio me agradaba el suave cosquilleo de la brisa fría y la tenue luz de la luna, pero necesito más oscuridad...
-Esta anocheciendo, tengo que esperar... Quiero despedirme-

*Llego la noche, ella se despidió y un ruido sordo inundó la habitación*