Un pequeño niño de apenas 8 años lloraba desconsolado, llevaba mucho tiempo sin comer un bocado, tenía mucho frio y estaba perdido escondido en un pequeño callejón, sus padres habían fallecido por un accidente y ninguno de sus familiares quisieron hacerse cargo, por lo tanto dio a parar en un orfanato, donde día a día sufría de una terrible golpiza por parte de los adultos
Cansado de todo eso logro escapar teniendo la esperanza de encontrarse con alguno de sus tíos o primos que le habían prometido estaría en ese orfanato solo por un tiempo, pero no sabía en donde estaba ahora y se sentía tan cansado, un pequeño ruido lo alerto y le hizo esconderse más detrás de un basurero; cerro los ojos esperando que todo eso pasara pronto, sin embargo el sentir una pequeña caricia sobre sus cabellos le altero y le hizo llorar más fuerte
- No te asustes! no te voy a hacer nada- escuchar esa dulce voz le hizo abrir los ojos y ver que delante de el había también un niño, este estaba algo sucio pero su sonrisa era la más hermosa que había visto en la vida- te perdiste? Donde están tus papas?- le pregunto aquel niño de cabello negro y mirada oscura
- Ellos murieron- susurro dejando escapar unas lagrimas
- Entonces eres huérfano?
- Si- susurro apenas
- Ya somos dos- le sonrió aquel niño- si quieres puedes venir conmigo, conseguí un pequeño lugar en donde esconderme y poder dormir, así no nos sentiremos tan solos
- De verdad me dejarías ir?
- Claro!- sonrió aquel pequeño haciéndolo poner de pie- cómo te llamas?
- Kyuhyun
- Yo soy Yesung, ahora los dos nos protegeremos el uno al otro
15 años después
En aquel bar se podía encontrar de todo, era de los peores lugares a los que se podía ir pero a pesar de todo eso, era el lugar perfecto en donde se podían hacer excelentes negocios. Kyuhyun ya con 23 años se había convertido en un joven alto, apuesto, de cabello castaño y sedoso y ojos cautivadores
Cualquier mujer e incluso hombre darían lo que fuera por pasar una noche por su cama, pero sabía que bajo aquel llamativo ser, se escondía una personalidad vil y despiadada. Acudían a aquel lugar no solo por buscar placer, también para acabar con la vida de una persona que les esté fastidiando la vida, eso era Kyuhyun; se había convertido en uno de los asesinos a sueldo más buscado por la policía
Llevaban ya un tiempo sentados en esa mesa rodeados por varios amigos y compañeros de Kyuhyun, un sujeto había pedido sus servicios y este le había dado el precio
- No cree que es un poco costoso?- Kyuhyun sonrió de lado y le miró fijamente
- Entonces busque a alguien más que se haga cargo, estoy seguro que alguien más se encargaría de hacer pasar la muerte de su esposa por un accidente... no soy el único en el trabajo pero si el mejor
- Está bien- resoplo aquel sujeto- entonces pagare cuando la vea muerta- uno de los sujetos allí saco su arma y le apunto a aquel tipo
- Kyuhyun trabaja con pago adelantado, primero el dinero y después cumplimos, ese es el trato- aquel sujeto enfadado saco un buen puñado de billetes y se los paso a Kyuhyun, este los tomo y sonriendo de lado se levanto
- Fue un placer hacer tratos con usted... mañana me encargo de eso
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Mientras se hacían negocios en ese lugar apartado, un joven pelinegro trabajaba sirviendo los tragos en ese mismo bar, sonreía y atendía a las personas que allí entraban. Los que se acercaban quedaban prendados con esa sonrisa y mirada oscura pero intrigante, este les hacia la charla por un tiempo y después seguía atendiendo
