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“Estrella Alexia, a 5.000 años luz de la Tierra”
“Esta noche volveremos a ser visibles en la Tierra, lo que quiere decir que volverán a llegar más deseos. Esta mañana debería de haberos llegado una persona a la que adjudicarle el deseo para que “pase su luz”. Debéis comunicaros con vuestro humano o humana y decirle lo que debe hacer. Buenos días y a trabajar.”
El comunicado sonó por todo el recinto y después de escuchar atento, Luka se levantó de su asiento y se fue corriendo hacia la cabina para hacer comunicados, Ahí había ya una gran cola y se puso el último para esperar su turno.
Luka, y todos los que había allí, no eran del todo humanos. Es decir habían sido humanos, pero en vez de haberse quedado donde se supone que se queda alguien cuando muere les destinaron a una “estrella fugaz” y ellos aceptaron. Luka tenía el aspecto de un chico de 16 años de pelo liso y algo largo marrón y ojos marrones. Había muerto a los 16 pero allí en la estrella no se envejece ni se cambia de ninguna manera, así que todos los de allí tenían el aspecto y la edad de cuando murieron. Su trabajo era recoger deseos de los humanos, guardarlos en la computadora donde los guardaban y comunicarle al humano asignado para “pasar su luz” el deseo y la persona a la que debería ayudar.
-Hey Luka, ¿a quién te han asignado esta vez? – Era Maia, una chica de unos 12 años de pelo negro y ojos verdes.
-Emm, hola Maia. A una tal Clarissa Eaton, 16 años, de Chicago.

Pasa tu luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora