Afraid of myself {Sirius Black} Harry Potter fan fiction //MMAD//

Primer año

Capítulo II,
Primer año.
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Tal como todos habían predicho, Molly se destacó en cada asignatura, obteniendo excelente notas en todas.

Pero lo que a ella más le emocionaba, no eran sus notas, sino su increíble grupo de amigos.

Sirius, James, Remus, Peter y ella se habían vuelto inseparables, algo que a los profesores no les hizo mucha gracia, ya que los cinco juntos no hacían nada más que travesuras.

—Bien, si quieren que les muestre el baño de los prefectos tendrán que esperar hasta la noche, y salir sin que ningún profesor nos vea—dijo Molly a sus cuatro amigos—. Si quieren, luego del almuerzo podemos pasar por las cocinas para llevar algo de comida, los elfos están encantados de engordar a los alumnos.

—¿Se dan cuenta de que si nos encuentran nos meteremos en un VERDADERO lío? —Remus lanzó una mirada de reproche a sus amigos.

—¡Por favor Remus! —suspiraron Sirius y James a la vez— Hace siglos que buscamos ese baño, desde que el estúpido prefecto de Hufflepuff nos dijo que existía y que no podemos entrar en el —agregó James—. Simplemente vamos a echarle un vistazo, ¿Sí? No nos encontrará nadie.

—Además —río Sirius—, ¿Desde cuándo nos importa si nos encuentran?

—Desde que McGonagall nos castigó por dos semanas enteras, luego de encontrarnos en la torre de astronomía a la noche, intentando hacer la tarea que NO hicieron durante clases —espetó Remus severamente.

—Esta vez no nos encontrará nadie —aseguró Molly, haciendo un ademán para tranquilizarlos—. He ido millones de veces, y nunca me atraparon. Además, tenemos dos puntos a favor: Peeves jamás me delataría y tenemos la capa de James.

—¡Igual es una estupidez! ¡Salir de noche no es cualquier cosa! —gritó Remus.

—¡Baja la voz! —murmuraron los cuatro restantes, observando que ninguna persona en la mesa de Gryffindor los haya escuchado.

—Bien —dijo Molly cortante—, iremos esta noche. Remus, también vendrás, no te lo vas a perder. Esperaremos hasta que el último alumno haya salido de la sala común y luego saldremos.

Todos asintieron, algo asustados, pero principalmente emocionados por salir de noche al castillo.

—James —murmuró Molly una vez que el último alumno se fue a la habitación— ,busca la capa.

En menos de un minuto, los cuatro amigos estaban ya saliendo por el retrato de la sala común de Gryffindor.

Los pasillos estaban solitarios, y la luz de las antorchas hacia sombras siniestras de ellos.

Estaban justo al lado de una armadura a la que Molly llamaba Sir Charles, cuando escucharon un maullido del otro lado del pasillo.

Allí al frente, una gata vieja, con poco pelo y ojos amarillos los miraba con tono acusador.

—¿No nos puede ver a través de la capa, cierto? —murmuró Peter asustado.

—No creo... —dijo Molly, indecisa. Pero al ver que la gata avanzaba hacia ellos, los cinco chicos se precipitaron por la escalera.

—Vamos, sólo quedan un par de escalones má... —la voz de la niña de ojos turquesas se vio amortiguada por un golpe en seco— ¿Qué rayos? —miro hacia abajo y Peter tenía su pie atrapado en un escalón evanescente.