El Pago

2. la entrega

El elegante ventanal que iluminaba tan magestuosa oficina la hacían sentir extraña aunque quiza todo se debiera a que era la hipoteca de los Weasley que estaban revisando.

Le pareció curioso que hubiesen tardado más en idear una estrategia de renegociación para el pago de la deuda que el tiempo que se llevó el abogado en aceptarlo, sin embargo no negaría que ello la llenaba de satisfacción pues significaba que el esmero y trabajo que había dedicado a ese texto por supuesto que funcionaría. Ahora solo hacía falta saber si el prestamista lo aceptaría.

También le extraño que fuese Harry y no Ron o cualquiera de los Weasley quien estuviera al pendiente de ese problema; pero pensandolo bien, de Ron no era de extrañar ya que no tenia tiempo ni de preocuparse en llamar a su propia madre, así que seguramente una hipoteca le interesaría muchisimo menos.

Benson, el afamado abogado se había retirado desde hacía cerca de 30 minutos a su despacho privado para hablar con el dueño de las empresas donde él trabajaba con la finalidad de presentar la propuesta, sin embargo, desde que se cerró la puerta se hizo un silencio absoluto en esa sala de reuniones y ese extraño sentimiento de que estaba en peligro no la dejaba en paz.

Suposo que podía ser porque existía la posibilidad de que no aceptase y en tal caso las consecuencias que ello podría traer podían ser fatales para todos, por eso le había dedicado tanto tiempo a analizarlo y estaba segura que la presentación era la mejor opción para todos, ocupo todos sus conocimientos y leyó todos los libros que pudo para tratar de darles una buena posibilidad que los sacara de ese problema.

Se trataba de ampliar el plazo de pago de la deuda bajo una carta de buena fe donde, al cabo de 2 años se reuniría la cantidad faltante más un adicional del 5 por ciento del monto total como compensación por el retrazo. Como garantía, ella aceptaba que todos sus bienes pasaran a manos del acreedor incluido la casa de sus padres. Quizá no era mucho pero con lo que tenía en su bóveda y la casa suponía que sería suficiente.

"Hubiera sido más sencillo si el prestador hubiese sido un mago", pensó afligida ya que suponía que al reconocer el apellido de los deudores serían menos estrictos en los términos y condiciones del pago. Aun así se sentía satisfecha por el escrito entregado.

Al encontrarse estudiando derecho en el mundo mágico, tenía la certeza que si ganaba esa prorroga tendría a futuro, todas las posibilidades de triunfo también en el mundo muggle como litigante.

Le extraño mucho que el dinero lo hubiesen obtenido de un prestamista muggle, pero conociendo a su futuro suegro, todo podía suceder. Se desconcertó un poco de que Harry le pidiera total secretismo por lo que supuso que no queria que Ginny supiese nada y se generaran problemas en la familia.

Le había enviado una lechuza con un mensaje donde le pedía verla en un café muggle ya que le era muy urgente hablar con ella para tratar asuntos referentes a un préstamo que pesaba sobre la casa Weasley ya que estaba hipotecada desde antes de la guerra y, una vez terminada esta, había sido refinanciada por la compañía en cuestión.

Le pidió de favor que lo acompañará a Escocia pues el acreedor lo habia citado en ese lugar a la brevedad posible.

Cuando se encontraron en el aeropuerto, Harry la había abrazado con tal fuerza que parecía que tenía siglos de no verla, se disculpó una y mil veces con ella, poco había faltado para que él se soltara en llantó, lo que terminó alarmandola un poco, así que se apresuró a aclararle que por el contrario, le agradecía que le ayudara a salir adelante pues con todo esto podía mantener su mente ocupada y, aun cuando le dolia y mucho la muerte de sus padres, deseaba con todas sus fuerzas seguir adelante.

Necesitaba reafirmar el sentimiento de pertenencia que en ese momento, había perdido.

Los Weasley siempre la había apoyo y la habían acogido como de la familia tanto a ella como a Harry sin ninguna reserva, por lo que lo minimo que podía hacer por ellos era luchar por su hogar y la tranquilidad de Molly y Artur.