~Alguien~

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Junio de 2027
Alfheim Online
Nuevo Aincrad,Piso 22,Villa Coral.
Hogar de Leafa,la Sylph.

Las estaciones habían pasado de manera lenta,o quizás ese era un sentimiento que sólo un pequeño grupo podía notar.
La gente a su alrededor continuaba una vida como otra cualquiera,con sus salidas,sus trabajos,sus estudios....todo aquello que ellos intentaban llevar con naturalidad.Esa naturalidad que había quedado atrás,un hecho que todos habían notado.

Y era realmente extraño el notar la soledad que se había anclado a esa adorable cabaña situada a una distancia adecuada del lago.

Desde que todo cambió de golpe sin darles tiempo siquiera a reaccionar,y todavía teniendo que asimilar la situación en la que se encontraban,apenas habitaba un alma por las cercanías.

Leafa,con su habitual expresión serena,se mecía en la silla que había servido de cama a cierta persona.Sentía que estaba usando algo inadecuado,porque ese sitio siempre había estado,de alguna manera tácita,reservado y de uso exclusivo.
Sin embargo,esa persona no iba a volver a usarla,y eso le daban ganas de llorar.
No había superado nada de lo ocurrido,y dudaba si alguna vez las cosas volvieran a su lugar.Porque todos sabían el daño que había causado la marcha de uno de los suyos.

--1 año ya..eh...--murmuró para sí misma,mirando con los ojos fijos sobre sus manos,ambas unidas sobre su regazo.

Suspiró con cansancio,sin dejar de moverse  en la silla.Era cómoda,pero ahora estaba demasiado decaída como para siquiera pensar en eso.
Sabía que no tenía que estar ahí,que debía desconectarse y salir corriendo en su busca,pero no se movió de la silla.De alguna manera.pensaba que no era cosa suya lo que sucediera ese día,por muy preocupada que estuviera.

Aunque se pasara la vida intentando ayudar,estaba segura de que no iba servir de nada.Porque no sabía como hacerlo.
En cualquier otro tipo de situación,ella habría sido una de las primeras en lanzarse a la piscina,de manera completamente desesperada en busca de una solución.Pero no la había.Era imposible ponerle el cierre a esa caótica situación en la que se encontraban.

--Onii-chan...--las lágrimas comenzaron a surcar sus mejillas,pero no se planteó el limpiarlas¿para que?Iba a llorar al segundo siguiente,no merecía la pena gastar energía en eso.

Movió su mano hacia delante,materializando el menú.La opción de salir estaba ahí,pero no guió sus dedos hacia allí.
Paseó sus ojos en la pantalla,y casi sin por inercia,maniobró en el menú hasta llegar a su lista de amigos.

Había pasado un año y todavía le dolía ver que faltaba un nombre.
Sólo uno,y ya todos sentían que todo estaba mal.

No era justo.Nadie había podido impedir aquello,pero...¿porque había una persona que se torturaba día a día por no haber evitado aquel desastre?¿porque nadie era capaz de superarlo?

--Hey..Leafa...

La mencionada levantó  la cabeza y cerró su menú de golpe,antes de que la recién llegada echara una ojeada a lo que estaba haciendo.

--Buen día,Liz-san.

La herrera leprechaun sonrió,pero la sylph estaba segura de que sus ganas de sonreír eran ínfimas.
Hacia mucho que no veía una verdadera sonrisa en cualquiera de los rostros del pequeño y destrozado grupo.
Por eso,no hizo ningún comentario ante esa sonrisa forzada.Ella también lo hacía,por lo que no era quien para  echarle en cara que se obligara a sí misma a mostrar una felicidad que no sentía.
Nadie podía echarselo en cara.

Leafa se levantó y estrechó a la pelirrosa entre sus brazos,quien aceptó el gesto de muy bien agrado y lo devolvió con el mismo cariño.

--Gracias por venir...de verdad no quería estar sola...

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