Best Mistake |Jailey|

05

Terminé de empacar todo para el viaje, estaba muy ansiosa por irme a New York y pasar año nuevo allá....con Justin.

Miré el reloj de muñeca, ya estaría por llegar y yo aún no estaba vestida. Siempre has sido impuntual, Hailey.

Caminé de un lado a otro buscando que ponerme, el armario estaba algo desordenado y odiaba que estuviera así, pero hoy no tenía tiempo de organizar. Gruñí algo frustrada de mi indecisión para vestirme, agarre unos Jeans ajustados, un top negro que dejaba a la vista mi abdomen y unos deportivos Adidas, nada del otro mundo.

Termine de echarme perfume y mi IPhone vibró sobre la mesa de luz al lado de mi cama, lo agarre y sonreí como idiota leyendo el mensaje.

Justin
¡20 minutos esperándote! Mueve ese culo Hails.

Me reí un poco por su comentario y agarre mis valijas, todo listo para comenzar un nuevo año.

¡Vooooooy!-v.w Justin

Le di una última mirada a mi departamento y cerré la puerta con llave. Baje por el ascensor, despidiéndome del portero antes de salir. La camioneta negra de siempre estaba estacionada justo frente a la entrada, Evert, se bajó del asiento del copiloto y me abrió la puerta trasera.

-Gracias Evert-le sonreí antes de subirme, deje las valijas para que él las metiera en la maleta luego.

-¡Por fin!-bufo Justin y bloqueo su teléfono, me reí por su cara.

-Hola para ti también idiota-giré los ojos divertida y él gruñó un poco.

Me acerqué y le di un fuerte abrazo, uno que decía lo mucho que lo había extrañado. Él me lo devolvió, dando un beso en mi cuello.

-Eres una jodida impuntual-susurró antes de separarse.

Giré los ojos de nuevo.

-Siempre lo he sido y siempre lo seré-me encogí de hombros  y pasó uno de sus brazos por mi cintura, atrayéndome a él.

-Lo sé y lo odio-suspiro y dejó un beso en mi coronilla.

-Deja de ser un gruñón-me reí, apoyé mi cabeza en su hombro.

-No soy un gruñón-frunció el ceño y me miró. Reí más al ver su cara.

-Si lo eres...-cantureé- Te vas a arrugar rápido si sigues así.

Se puso serio y estalle en carcajadas.

-No le veo la gracia-dijo seco y solo me hizo sonreír más.

-No seas tonto-besé su mandíbula- ¿Viste? Eres un jodido gruñón- toque con la yema de mis dedos su ceño fruncido.

Una sonrisa se asomó de sus labios, haciéndome sonreír igual.

-Tienes suerte de que seas mi mejor amiga-río un poco y me miró- De otra forma no te soportaría.

Me puse seria.

-Si quieres no lo hagas y listo-me quise apartar, pero me pego más a él. Su pecho vibro por sus carcajadas.

-¿Quién es la gruñona ahora?-me miró con una ceja levantada. Giré los ojos.

-Idiota.-gruñí y me cruce de brazos.