13. Playa, arena y sol.

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—Oye ¿Piensas meterte al agua? —Luke se sentó en la arena a mi lado.

—No, estoy tranquila tomando sol, ahora vete.—Dije volviendo a cerrar los ojos, y era cierto, estaba intentando tomar un buen bronceado.

De Pronto sentí que la cálida arena no tocaba mi piel. Estaba en los brazos de Luke, en camino al mar. Diablos.

—¡Maldita seas Luke! ¡Te maldigo maldito infeliz! —Grite pataleando para todos lados.

Hasta que sentí el agua, estaba helada.

—El agua esta...—Dijo con mis dientes castañenado.—¡Muy fria idiota!

—Oh no me digas Ashley, ¿El agua esta fria? Oh dios menos mal que lo dijiste por que ya pensaba que estaba caliente.—Dijo riendo como retrasado.

Maldito idiota.

—Ya callate.—

—Esta bien, pero antes dime algo, ¿Tambien se te cruzo por la cabeza decirme ''Oh Luke la arena esta muy arenosa''? —Dijo el imitando mi voz que obviamente la imito para el asco, luego estallo a carcajadas.

Se asomaron los chicos a vernos y estallaron a risas cuando vieron toda mi ropa mojada y mi celular... También.

—¡NO, NO, NO, ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO! Bebe, resiste...—Tome mi celular todo mojado que apenas prendía una lucesita, hasta que se apago por completo, mi iPhone...—¡MALDIGO A TODOS! . —Agarre a Luke y lo sumergi en el agua.

Ashley asesina activada.

—Ashley lo ahogaras.—Tyler me sujeto y me alejo de Luke.

—¡Te lo advertí Harrison! —Lo señale y salí del agua, con mi pobre iPhone que no tenia la culpa de nada.

—Rayos Ash calmate.—Sam me tomo del brazo.

—¡No puedo! Mi celular esta arruinado. ¡Diablos! —Me senté en la arena.—Tenia cosas importantes.

—Los podrás recuperar , cálmate.—Sam se sentó a mi lado.

Enojada tome mis lentes de sol y me recosté en la arena.

—Como quieras...Oye...Luego tenemos que hablar.—Ella se levanto y se fue.

¿Que rayos fue eso?

Luke se sentó a mi lado.

—¿Por que diablos no me hablas? ¿Estas enojada? —Se cruzo de brazos.

Oh vamos que pregunta tan estúpida. ¡Mas que obvio que estoy enojada!

—Siento una voz, no se de quien es.—Respondí como si no supiera de quien se tratase.

—Es enserio, si quieres te compro un nuevo teléfono.—Se coloco delante mío.

—Esta bien y espero que te esmeres en comprarme uno bueno.—Reclamé.

—¿Esta bien? ¿No dirás algo como "No hace falta que me compres un nuevo teléfono"? —Me miro alarmado.

—No lo diré, por que si hace falta, tu lo rompiste.—Le guiñe un ojo y me levante para caminar y pedir un batido.

Mire su cara desde la barra del local de licuados y estaba sorprendido.

—Hola, ¿Que pedirás? —Me dijo un chico desde el otro lado de la barra.

—Yo..Ah...Pedir...—Estaba embobada con su rostro.—Al diablo.—Susurre.—¿Como te llamas?

El chico río y me respondió.

—Caleb Johan.—Me sonrió.—¿Y tu?

—Ashley Cooper.—Estreche si mano con una sonrisa.

—Lindo nombre, y dime..¿Estas paseando sola? —Me miro coquetamente.

Gire discretamente mi cabeza para observar a los chicos, quienes estaban enterrando a Sam y Matt en un gran pozo.

Definitivamente los ignoraría.

—Eh.. Si.—Sonreí.

—Caleb, te necesitan de salvavidas en la playa de al lado.—Apareció un señor indicándole objetivos a Caleb.

Era salvavidas, oh dios.

—Claro, iré en unos minutos.—El señor asintió y se marcho.—Bien, creo que hoy no podremos salir.

—Pienso lo mismo, espero volverte a encontrar.—Gire para irme pero el me dejo un papel en la mano.

—Mi numero.—Me sonrío a lo que yo le devolví el gesto.—Nos vemos.

—Claro, adiós.—Lo mire con cara de boba y me largue de allí. Sin un licuado.

.

.

—Y dime Ash, ¿Quien era el chico de los licuados? —Pregunto Thom con cara picara.

—No es de tu incumbencia.—Le saque la lengua.

—Claro que lo es.—Respondió.

—¡No lo es! —

—¡Si lo es! —

—Chicos me iré de Los Angeles.—Sam interrumpió nuestra pelea tonta.—Mañana partire de regreso a Canada.

—¿¡QUE DIABLOS!? ¡Claro que no! ¡Ni en tus mas lejanos sueños! —Grite desesperada.

—No te puedes ir Sam.—Dijeron los 7 idiotas a la vez y luego se miraron raro.

—Oigan de verdad lo lamento, pero de vez en ciando tengo que regresar a Canada, acuérdense que mi familia esta allá, pero vendré el próximo mes. Ya estuve bastante tiempo aquí, no tanto, pero si lo suficiente para que mi familia me quiera de regreso.—Se acerco y me abrazo.

Y es verdad, ya habían pasado dos meses desde que vinimos a vivir aquí.

—No quiero que te vayas.—La abrace fuerte.—¿Como sobreviviré a estos monos? —

—No lo se, pero espero llegar y verte normal, no como estos raros.—Sam los señalo y ellos se ofendieron.

Viviendo con 7 idiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora