Soy Adicta

¿Estas mejorando?

-Dime- ínsitio Ana.

-Pues vera, yo entre al instituto a dar clase desde temprano como ya te darás cuenta, tengo 30 años y puedo decir que me gusta, ayudar a las personas adictas, comencé a trabaja desde los 25, osea que tengo 5 años en el trabajo- dijo Castillo.

-Sebastian Castillo, aria el profe- ella lo miro a decir eso y noto que el se rió y ella también- me puede decir lo que le pregunte.

-Bueno, la playa me gusta mucho- dijo riéndose.

Ella se paro, para mirarlo mejor desde arriba, el copio lo mismo que ella hizo, ella estaba un poco molesta, ya que ella le había contado su pasado mientras que el solo se estaba burlando, ella le dedico una sonrisa y comenzó a caminar lejos de el, noto como en un minuto unos brazo le rodearon la cintura y se le acerco.

-¿Para donde vas tan deprisa?- dijo el con la misma risita- no me digas ¿Te quieres ir?

-Eres un idiota - dijo ella molesta- y si me quiero ir.

Eso fue todo de la conversación, ella se monto en la jeep y el camino entero iban en silencio, solo le había dicho a el la dirección de su casa y después no volvió abrir la boca, por el cristal se podía ver que Castillo quería hablar, pero a la vez se contenía y eso le había hecho a ella molestarse mas, como era que ella podía decirle sus cosas y el no se atreviera a decir la suya ¿Acaso no eran amigo? como el decía, o ¿Que realmente le paso que no lo quiere contar? la cabeza de Ana estaba enreda con tanta pregunta que ella misma formaba.

Llegaron a su casa y ella bajo sin despedirse, solo quería entrar a su cuarto y dormir, sus padres estaban durmiendo, así que ella se fue silenciosamente para su cuarto para no despertarlo, se quito la ropa, se baño y se puso su pijama y se acostó. Al día siguiente era Domingo así que no tenia que ir al instituto ni tendría que ver a Castillo, bajo a desayunar y sus padres estaban ya en la mesa.

-¿Como te fue a noche?- dijo el padre

-Y ¿desde cuando tu me pregunta eso?- dijo un poco confundida- mas bien tu siempre me reprocha, al día siguiente de yo salí

-Es que estamos muy contento contigo mi hija- dijo la madre.

-ah... y ¿se puede saber por que?- dijo Ana aun mas confundida, por lo que había dicho su mama.

-Veras mi amor - el padre tomo un trajo de café- Estas mejorando.

-¿Mejorando en que?- dijo Ana con la misma laguna del principio.

-Que viniste a casa sobria- dijo mi padre, pude notar como a mi madre se le dibujaba una sonrisa en el rostro. 

-y ¿Como saben ustedes que no eh bebido?- dijo Ana.

-Yo estoy mas que seguro que si bebiste, pero no tanto para perder la conciencia- hizo una pausa el padre y siguió- Si estuvieras borracha no te hubieras levantado a estas hora y si lo hicieras estuviera con un dolor de cabeza, buscando una pastilla como siempre.

Ana se puso a pensar, y era cierto, ella había tomado, pero no había perdido el conocimiento como siempre lo había hecho, ella cuando iba para una fiesta nunca se recordaba de mucho, solo cuando entraba, pero se le  hacia muy borroso cuando salia y a noche ella recuerda  cada cosa que paso, hasta que se fue molesta con castillo por no contarle su pasado.

''¿Sera verdad que estoy cambiando?'' - Pensó Ana.

Espero que le haya gustado, esto fue todo por hoy...

Nos leemos luego :*

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