Al ritmo de una canción (Osomatsu-san)

Un extraño

Todos tomaron sus respectivas posiciones; Osomatsu bajo el megáfono y tomó su micrófono, mientras que Aik tomaba posición en su batería golpeando un poco sus baquetas con una enorme sonrisa en su rostro - ¡Nosotros somos Bionic Hearts!- 

Los tambores comenzaron a sonar como si Aik llevara una vida entera esperando por ese momento, Kuro se unió con el intenso sonido de su guitarra y finalmente Ichimatsu comenzó a tocar las cuerdas de su bajo, ajustándose completamente al ritmo de Kuro y Aik.

Los gritos de todo aquel que reconocía la canción no se hicieron esperar y finalmente, enmedio de tanta emoción la sonrisa de Osomatsu se ensanchó, justo antes de tomar aire para comenzar a cantar.

La voz de Osomatsu era como siempre, ruidosa y llena de pasión; llenó de inmediato cada rincón de esa sala, haciendo crecer incluso más la emoción en el corazón de los fans. Esa noche de nuevo lo darían todo en el escenario.

Las voces del público tarareaban la letra de la canción, que en esa ocasión se trataba ni más ni menos que de ¨Fruto del pecado", una de las primeras canciones de la banda y una de las más populares y queridas por los fanáticos.

A Ichimatsu le encantaba tocar y cantar, pero a diferencia del resto, él nunca había gozado de un increíble talento natural. Realmente le costaba seguir el ritmo a los demás, cantar sus partes era fácil, pero crear un espectáculo para el público... nunca se le habían dado bien las cosas que requerían exponerse o socializar. 

Incluso era irónico que fuera parte de una banda famosa, pero por alguna razón los fanáticos comenzaron a interpretar su incapacidad para socializar como algo enigmático y ante los medios se convirtieron en una persona misteriosa y profunda... Una manera atractiva de decir "Un puto antisocial". No entendía porque a las fanáticas parecía atraerles tanto eso.

El resto del concierto fue como de costumbre. Los gritos no se detenían y mientras tanto Bionic Hearts tocaba una canción tras otra, antes de darse cuenta ya estaban bañados en sudor, con el cuerpo ardiendo como si estuviera en llamas y el corazón latiendo a mil. A Osomatsu le gusta complacer a sus fans, por lo que la tocada terminó por extenderse un poco más de lo normal, pero finalmente había llegado el momento de terminar con ese espectáculo.

Tocaron su última pieza y se despidieron del público entre gritos y aplausos, Kuro mando algunos besos a las fanáticas que clamaban su nombre, Aik parecía demasiado emocionado por la adrenalina como para dar una despedida decente, Ichimatsu hizo un par de reverencias y Osomatsu se encargó de dar unas últimas palabras de despedida antes de salir del escenario.

En cuanto los 4 pusieron un pie por fuera del escenario,todos se desplomaron agotados  y el staff no tardó en acercarse con toallas y botellas de agua. Pero a pesar de eso, todos celebraban entre sonrisas y risas, lo muy bien que habia ido el espectaculo.

En cuanto todo se tranquilizó, Ichimatsu intentó alejarse un poco del ajetreo; con intención de llegar a su camerino y poder al fin cambiarse de ropa, pero Osomatsu tenía otros planes, así que interceptó a su hermano antes de que pudiera hacer cualquier movimiento -¿A dónde vas Ichimatsu?- preguntó colgándose a su espalda, Ichimatsu de inmediato puso mala cara; su hermano se sentía pegajoso por todo el sudor de su cuerpo, pero decidió no quejarse porque él estaba incluso peor.

-¿No es obvio Osomatsu-niisan?, estoy muerto, quiero irme a casa cuanto antes- se explicó intentando quitarse a su hermano de la espalda, pero Osomatsu no estaba dispuesto a ceder, en cuanto logró bajarlo volvió a montarse cuál koala.

-¿De qué hablas?, tenemos que ir a la fiesta, debes ir  con las estilistas para que te den un cambio limpio de ropa que sea adecuado para el evento-