[Scorpius] I

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El recuerdo vagaba levemente por la cabeza de Scorpius. El recuerdo de él y Albus, hablando de la propuesta que Scorpius le había hecho a Rose de ir al baile con él y como ella lo había rechazado con lástima, lo que ambos habían concordado en que era un comienzo. Ese pasaje en su memoria  lo había hecho entristecerse  un poco. Reía de a rstos, sollozaba por otros. Lo que le pesaba, y por eso estaba triste, era que quizás ahora, era él quien sentía lastima por si mismo.

El reloj marcaba las 4 de la mañana. Se encontraba en su cama observando el techo mientras pensaba, sin poder dormirse. Su amigo Albus dormía. Mañana era el final del año y Scorpius sentía lo que sentía cada año antes de despedirse y abordar el tren a casa. Vacío. El sentimiento después de bajarse del tren en la estación 9 ¾ cada final de temporada era desolador. Debía volver a su hogar, con su padre, pero sobre todo con la ausencia de su madre. Nada había sido fácil desde su muerte, y aunque quería a su padre con toda su alma, le faltaba las risas y la amistad de Albus, que lo había ayudado mucho a atravesar las piedras que la vida le fue poniendo.

Luego de haber pasado la navidad juntos en casa de los Potter, Scorpius creyó conveniente que esta vez debía ser su mejor amigo quien debería venir a pasar las vacaciones de verano con él. Scorpius sentía mucha soledad cada verano, su mente se hallaba libre para pensar, para pensar el tipo de cosas que a uno lo hunden dentro de un pozo. Sin embargo, a pesar del ofrecimiento, Albus debió decir que no. Harry quería llevarlos a todos de vacaciones a América para fortalecer el lazo familiar, especialmente luego de todo el "Giratiempos-gate". 'Será un gusto que mi hijo pase el próximo verano junto a tu compañía' rezaba la carta que Harry había enviado. Scorpius había tenido la enorme esperanza de poder pasar el verano con su mejor amigo en Australia, donde Draco los llevaría de vacaciones. Había imaginado cada detalle. El sol tostándolos, los castillos de arena gigantes como el de Hogwarts con su balde, pala, arena y como no, un poco de varitas. Incluso hasta podrían haber aprendido a surfear juntos. Por eso, cuando la lechuza aterrizó con la carta, fue como un balde de agua fría para él.

Sin embargo, Scorpius notaba algo raro en como había reaccionado. Un sentimiento dentro de su corazón que no se había manifestado antes. De hecho, estaba bastante acostumbrado a pasar las vacaciones solo. Es más, casi desde el primer momento de su existencia estuvo solo. Pero estaba vez era diferente. Es como si una parte de él se fuera y solo sentía ganas de llorar. Eran mejores amigos desde siempre pero luego de todo lo ocurrido en el último año, sus sentimientos por su amigo se habían robustecido. Desde que en ese terrible mundo paralelo solo la imagen de Albus pudo salvarlo de un Dementor, todo había sido diferente. Y sin duda le asustaba no saber que le ocurría, que sentía.

A pesar de que cada pensamiento lo consumía, sabía que debía volver a dormir. Mañana sería un largo día, y quería terminarlo de disfrutar con su amigo. Decidió ir al baño y luego regresar a dormir. Cuando estaba volviendo se dirigió a la cama de su amigo. Lo observo durmiendo por unos 10 minutos. "Es tan lindo cuando ronca" pensó. Dormía con un semblante calmo, incluso angelado. Su cabello se hallaba revuelto formando un flequillo desordenado. Acercando su mano con mucho cuidado agarró algo de su cabello entre sus dedos y comenzó muy suavemente a jugar con él. Se sentía todo muy estéticamente bello. El cabello revuelto, sus dedos tocándolos con cariño y sintiendo en esos cabellos una textura tan suave como los mismos rizos de Rapunzel. Pero no solo la suavidad le llamaba la atención al rey escorpión. Cada riso tenía un tenue pero bello olor a menta. Vaya que el mago cuidaba su cabello! Disfrutaba bastante la escena hasta que el pelo se enredó entre sus dedos. Intentó rápidamente quitárselos, pero al hacerlo dio un seco tirón. Al instante las dos gemas verdes que Albus tenía como ojos lo observaban fijamente a Scorpius. Todo era muy raro, lo había agarrado infraganti.

"Auugghh... disculpa el bostezo" dijo Albus frotándose la cara "Se puede saber qué estás haciendo, raro? Son las 4 de la mañana"

"Disculpa Al, emm tu sabes... no podía dormir" Scorpius sentía que el rubor de la vergüenza que sentía estaba inundando su rostro

"Y eso qué tiene que ver con el hecho de que hayas estado jalándome el cabello?" podía notar la mirada desafiante de su amigo.

"Es que... pensé que no estabas respirando... emm cuando venía del baño, miré y bueno, pensé que podía ser grave" el pánico se estaba apoderando de él, no sabía más como esconder lo que había pasado

"Bueno ángel guardián, gracias, supongo"

"Siempre a tu servicio, mi general" y en ese mismo instante hizo una especie de gesto militar que hizo reír a Albus.

"Te ordenaría que des 10 vueltas al castillo desde aquí hasta la torre de astronomía, pero son las 4 de la mañana, así que vuelva a dormir soldado"

"Sí,Ya mismo"

"SI QUÉ?"

"Si señor!"

Y ambos volvieron a dormir. Scorpius disfrutaba esa clase juegos. Tenía dibujada una sonrisa gigante que no podia ocultar y aunque no lo supiera, su amigo también.

Menta [Scorbus Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora