Primer capítulo: "La escuela"

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"Todo va a estar bien", dije a mis adentros mientras secaba mis lágrimas con las mangas del suéter gris que llevaba puesto. Suspiré una vez más antes de salir del baño del colegio, en el que me encontraba encerrada hacia más de 30 minutos. Me miré en el espejo para corroborar que no se noten rastros de lágrimas, y si el maquillaje y peinado que llevaba estén bien, aunque poco me importasen estas últimas dos.

Salí, y recorrí los anchos pasillos, en los que no se registraba ningún alumno, ya que todos estaban en sus perspectivas clases. Llegué al casillero donde guardaba mis libros, tomé el cuadernillo para la siguiente materia y caminé hasta mi lugar preferido en el patio, un banco aislado del todo, en el que me senté a escuchar música, mientras esperaba que suene la campana para seguir con la rutina.

La mañana en el colegio fue normal, para nada distinto a lo que estaba acostumbrada, ya que siempre fui una chica de perfil bajo y nunca traté de llamar la atención.

El paso por el colegio no me iba como yo me lo esperaba, si bien siempre me mantuve en un rango medio con las notas, en los últimos meses me ha costado concentrarme en la mayoría de las materias.

Nunca fui muy sociable que digamos, siempre me ha costado hacer amistades, por mi falta de ética y mi falta de confianza. No me preocupaba demasiado mi soledad, pero ¿A quién no le gustaría tener a alguien en esos momentos en los que no se está muy bien? Y sinceramente, últimamente he pensado mucho acerca de este tema, y he llegado a la conclusión de que debería hacer una amistad, con quien pasar mis mañanas aburridas en el colegio, sin tener que contarle todos los detalles acerca de mi vida.

Sálvame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora