I

579 59 54
                                    

{-- quiero dejar en claro algo, antes de que empiecen a leer: le he quitado el genero "Humor" en la primera parte de la historia, porque está historia trata de un secuestro, algo que no se toma a la ligera y obviamente habrá un poco de dramita. Aunque, obviamente el humor no faltará, se los aseguro. Además, he agregado "Historia Corta" porque esto será algo corto. Espero que lo disfruten (: }





CAPITULO UNO;
Culpemos a los mexicanos.



capitulo dedicado a @beatifulidiot.





—...Y bueno, esa es una de las razones por las que deberías salir conmigo esta noche, —cuchicheó Jason, apoyado en el casillero junto al mío, con una sonrisa ladeada en sus labios.

Totalmente insoportable, les digo.

Según él, una de las razones por las que debería salir junto a él es que se cree demasiado guapo como para quedarse solo en su casa, sin nada que hacer.

¿Entienden?

Terminó con su novia el mes pasado; la pobre se cambió de escuela estando ya a un paso de graduarse, (mi teoría es que no lo soportaba). Y está en la búsqueda de su siguiente prisionera. De una prision llena de sonrisas arrogantes, comentarios despectivos y una falta gigante de valores humanos.

Estoy dudando, pienso que fue criado por lobos multimillonarios. Eso debe ser.

—Jason, no.

Resopló, con un rostro lleno de desesperación. Eso es lo que quiero, aléjate—. Dame una razón válida para dejar de molestarte.

—No quiero salir contigo porque de verdad y sinceramente no me agradas en lo absoluto, —dije, cerrado el casillero y terminando de guardar los no tan ligeros libros en mi mochila.

—No te creo, me amas en secreto.

— ¡Pero qué hombre más insoportable, Jesucristo! —Le di un golpe al casillero, violentamente a propósito—. Vete a recobrar tu dignidad, amigo.

—Iré a donde quieras solo si sales conmigo esta noche, —habló, tratando de convencerme. —Mi tío tiene un excelente restaurante de comida mexicana. Hay tacos.

Esperen.

¿Dijo comida mexicana?

—Te escucho, —afirmé, empezando a caminar en dirección a mi última clase, correspondiente a química.

—Hoy habrá un toque de mariachis, y el chile estará más bueno que nunca. —resaltó, siguiendo mis pasos.

Me convenció.

—Acepto —dije y sonrío—. Pero no creas que iré por ti. Tengo mucho tiempo que no pruebo el guacamole y la mesada se me ha esfumado.

Ese bolso gucci estaba increíble. Bueno, está.

—Como quieras, te paso buscando a las siete en tu casa, ¡nos vemos!

La comida mexicana lo vale, definitivamente.



[++]



Hurgué hasta el fondo de mi guardarropa, tratando de encontrar algo que dijera «no me importas pero quiero seguir siendo guapa para comer en un restaurante mexicano». Quiero dejar los puntos en claro. Siendo el primero, que no me gusta en lo absoluto.

Atrapados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora