CAPITULO 38 MYLDARK

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—Mi nombre es... ¡Rozuel Drayt!.


—"Rozuel Drayt, te estaré observando, desde las sombras y el metal, enlazado hasta ti entonces, como muestra de este acuerdo, permíteme darte "algo" de mi parte".


El dragón se vuelve niebla que engulle toda luz que me rodea y la oscuridad retorna, mis ojos se abren y cierra tanta veces y en la siguiente vez al abrirlo la luz regresa, solo que ahora me hallaba de regreso a la realidad, cayendo varios metros hacia una muerta segura o eso al menos creí cuando me percate de algo.


Mi cuerpo estaba equipado con Intense Iron y notaba una diferencia en término de aspecto, el casco había adquirido una forma semejante a la cabeza de un dragón, pero lo que importaba es que ahora tenía chances de salvarme, nunca he aterrizado de semejantes alturas con Intense Iron, pero habrá que probar por las malas.


Aterrice firme con mis piernas, mi impactar en el suelo provoco una corta onda expansiva y deje sobre la superficie que pise en mi aterrizaje un leve hueco. No tenía heridas, quebraduras o cualquier dolencia en mi cuerpo, en simples términos, fue un aterrizaje exitoso desde una altura de casi 30 metros y todo gracias al Intense Iron.


—Te lo agradezco Allum, me alegra saber que podías hacerlo una vez más.


—"Pero yo no hice nada, amo" –Me contesta él pegado a mi espalda.


Allum nunca se fusiono con la armadura, por lo tanto él no inicio el Intense Iron, lo que significa que quien lo hizo fue ese dragón. Y yo creyendo que lo vi podría ser una alucinación causada por ser una experiencia cercana a la muerte, pero ahora se que era real y estaba dentro de esta armadura.


—Por un momento pensé que morirías –Dijo Abral acercándose a mí con su asistente elfo.


—Lo pensé también.


—Sin embargo, el peligro no ha pasado aun –Agrego el elfo rubio.


El wyvern de Granito seguía vivo, volando en círculo pero a ciegas, sus ojos heridos seguían sin regenerarse a causa de la maldición incura.


— ¿Sabes porque de entre todo su cuerpo fui por sus ojos? –Le pregunte a Abral.


— ¿Para cegarlo?, pero de ser así, ¿no recurriría a sus otros sentidos? –Contesta él.


—No lo hará señor Abral –Expreso su asistente —Los wyvern usan mayormente su sentido de la vista para guiarse, de entre todos los sentidos, es su visión la más desarrollada, aunque posean un oído u olfato mejor desarrollado que el humano promedio, solo es mayor por una margen minúscula y dependen siempre de su vista.


—Y ahora que he dañado su sentido vital con un arma encantada que porta una maldición que impide regenerar las heridas hechas, tenemos la ventaja –Agregue después.


La criatura empezó a disparar proyectiles mágicos de su boca a cualquier dirección, Dey volvió a dañar sus alas mediante el lanzamiento de varias cuchillas mágicas, eso provoco la inminente caída del wyvern quien logra aterriza pero esta vez con más dificultad.

Metalord RevolutionWhere stories live. Discover now