Capítulo 34 - La verdad del príncipe de la colina

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— Candy, esto me recuerda tanto a los días del Colegio San Pablo — dije con mucha nostalgia

Ella sonrió, encendió una vela y cerró las cortinas — Lo sé Terry, yo también pensaba lo mismo, lo bueno es que ahora si estas en la habitación correcta — sonrió — me voy, que descanses Terry

Candy — dije

— Si ¿Qué pasa?

— Estaría en la habitación correcta si fuera la misma en la que tú dormirías — le dije y ella se puso nerviosa

— ¡¿Qué cosas dices Terry?! — Se sonrojó — Me voy antes de que se te ocurra hacer algo — cerró la puerta

Tardé mucho en quitarme los zapatos, en desvestirme y ponerme un pijama, me sentía muy mareado, llamé a un sirviente y me llevaron un balde, por si más tarde sentía ganas de vomitar. La noche fue tranquila, tenía mucho tiempo que no dormía tan tranquilo y sereno.

Tocaron la puerta — ¿Si? — Hijo, ya es un poco tarde, Albert nos ha invitado a desayunar con los demás, apúrate que ya casi comienzan — Me levanté muy rápido, me amarre el cabello y me cambié, aún estaba mareado y tenía mucha resaca, pero era muy leve, había tenido peores mareos o peores resacas

— ¡Buenos días! — Nos saludó Albert — ¿Qué tal pasaron la noche?

— Excelente — dijo mi madre

— ¿Y tú Terry? — sonrió

— Bien, tenía mucho que no dormía como un bebé — sonrió y nos llevó al comedor donde ya estaban Archie y Annie, y los demás invitados especiales, excepto Eliza y su familia

— Bueno familia y amigos, este es el primer desayuno de Annie y Archie como esposos, así que disfruten mucho lo que hemos preparado para ustedes

Candy llego cantando y bailando — ¡Buenos días! — le dio un beso en la mejilla a Albert y se sentó junto a él — oh... ¡Que rico!

— Candy, llevas años siendo hija de los Ardley y te emocionas al ver la comida como si nunca vivieras aquí — Dijo Paty

— No, es que aunque Albert es mi padre adoptivo y estoy muy agradecida con mi familia, yo vivo en el hogar de Pony, es por eso que me emociono, porque yo casi nunca vivo aquí — dijo sonriendo y mirando con deseo su plato de comida

— Además de que cuando Candy está aquí se la pasa en la cocina con los sirvientes — dijo Albert y todos se rieron

Una vez terminado el desayuno Albert me llamó a su despacho y temeroso y aún con resaca fui — Terry, me alegra mucho que te hayas animado a venir, pensé que quizás no vendrías y que solo estaría tu madre

— Tenía tantas ganas de verla

— Lo sé, tu madre y yo hemos estado hablando mucho y ella me decía lo angustiada que estaba por tu situación y todo lo que te pasaba, la vez que dejaste a Susana y todo lo que pasaste, sé que fue difícil hacerte responsable de tantas cosas siendo tan joven. Te entiendo porque cuando heredé la fortuna de los Ardley yo solo tenía 14 años y aún no estaba en edad de hacerme cargo de la familia, es por eso que Elroy se dedicó a ser la cara mientras yo maduraba, me costó mucho adaptarme a este estilo de vida, mi hermana Rosemary, ella hubiera sido mejor en esto que yo, pero enfermo y murió. Yo siempre fui muy liberal y odiaba las reglas, siento que a pesar de ser el rostro de mi familia, sigo siendo el viejo Albert que conociste.

— Albert... ¿Cómo fue que tú y mi madre se contactaron?

— Es muy curioso Terry, sabía que preguntarías y eso, fue más simple de lo que crees, encontrar a la famosa Eleanor Baker no sería muy difícil, soy un hombre poderoso, hay gente que trabaja para mí y vive en Nueva York, solo sucedió y ya, pero lo mantuvimos en secreto mucho tiempo, pues no queríamos que tu o Candy se apresuraran a verse, todo tenía que pasar en cierto tiempo, de alguna manera tu madre y yo hemos planeado su reencuentro desde hacía mucho, solo que había muchas incoherencias y no se había podido

Terry Grandchester y su historia (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora