Capítulo II

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Lali.

 Eran las 5:30 de la mañana. Ya nos encontrábamos en mi departamento, riéndonos de lo sucedido. Si les cuento, se van a querer morir. Las chicas se fueron a sus casas y yo aproveché a dormir, al mediodía debía ir a lo de mis viejos.


Benja.

 Desperté sobre las seis de la mañana, para ir al estudio. La verdad es que me encanta como van quedando los arreglos del disco. La disposición de Peter A. y los demás compañeros era completísima. Siempre están en todo. Hasta en lo más mínimo.

-¿Mañana, tal vez? —le dije Peter, pensativo.

-Si, mañana por la tarde estaría bien —respondió, y recordé un detalle.

-¿Y Lali? —pregunté, un poco tímido— ¿No va a estar ella a esa hora?

 Peter sonrió, y negó.

-No, no va a estar... Se tomó una semanita de vacaciones; está muy cansada.

-Me imagino...

-Igual, conmigo no te hagas que... —codeó guiñando un ojo, y yo me hice el desentendido— Tenés ganas de verla.

-No...Estás pensando cualqu...

-Ay Benjamín! Conmigo ahorrate los discursos, ya te saqué la ficha.



Lali.

-Hola mi reina —saludó mi papá, cuando me abrió la puerta.

-Hola papito —dejé un beso en su mejilla derecha y saludé a la familia.

 Mi mamá se encargó de la comida y junto con Ana pusimos la mesa. Nos sentamos a comer sobre la una de la tarde, y les sonreí. Traté de poner la mejor cara, pero siempre me descubren.

-¿Qué son esas ojeras, hermanita? —preguntó Pato, sonriente, y le devolví la sonrisa.

-Ayer fui a lo der Mery y... Bueno, digamos que nos quedamos hasta madrugada.

 él rió.

-Me contó Stefano, del papelón que se mandaron —acotó mi mamá.

-NOS mandamos!? El papelón lo causó él.

-¿Qué pasó?

 preguntó papá. No entendía nada. Entonces les conté.

-Pasa que.. Yo me pedí una semanita en el trabajo pa, para "descansar". Pero ayer Mery organizó una juntada y Yeyo se descargó con el alcohol... Parece que la novia lo dejó, no sé, algo así me contó Cande. Bueno, ronda va ronda viene, el tipo nos vomita ahí la alfombra  —contaba mientras hacía gestos que les causaban gracia—. No saben, un quilombo sacar esa alfombra de ahí, llevarla al lavadero... Los chicos se encargaron de Stefano. Lo llevaron al baño, vomitó todo lo que tenía que vomitar y lo metieron en la ducha. SE NOS DURMIÓ EN LA DUCHA! —chillé indignada, y ellos hicieron un gesto, algo como "uuh" era lo que expresaba sus labios.

-Ah, ALTA noche entonces, hermana —rió Pato, y todos lo acompañamos.

-Che ma! Cambiando de tema —comenzó Ana— Hoy, a las seis maso, salió el tema de Benja.

 casi escupo la comida. Agarré la copa y la llevé a mi boca, bastante nerviosa.

-Mirá vos mi rubio —sonreí. Mi mamá no había perdido la costumbre de llamarlo así.

Una nueva oportunidad - Benjali (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora