Capitulo 2: Acostumbrándome a mi nueva vida

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—Que me dejes quedar en ella.

Me solté a reír con aquello.

—Tú un desconocido, ¿viviendo en mi casa?

—Prometo que no te daré problemas, yo...

—Estás loco.

Me gire para regresarme a mi casa. No aceptaría tal cosa, menos de un hombre que aparecía de repente para ayudarme con el desastre que era mi casa.

Nadie aceptaría en su sano juicio aquello.

—Seremos vecinos después de todo, no te daré problemas —me sujeto del brazo antes de siquiera salir de allí por favor.

Iba a responderle algo al respecto pero la figura de Molly acercándose a nosotros me hizo retroceder.

—Mierda, mierda....

—¿Qué sucede?

—Es una de mis vecinas. Ella...

—¡Susan! —exclamó mientras se acercaba hasta mí—. Que sorpresa verte aquí —fijo su vista en el hombre que tenía a mi lado y después pregunto—. ¿Él es...?

Juro que iba a decirle la verdad, yo lo haría. Cualquiera lo haría, pero lo que salió de mi boca fue la más estúpida respuesta que pude haberle dado en ese momento.

—Mi esposo —respondí con una sonrisa mientras enlazaba mi brazo a la de John quien estaba sorprendido por mi acción.

—Oh, creía que tú...

—¿Era soltera?

Me solté a reír para disimular el miedo y los nervios de aquella mentira. Era una estúpida.

—Sí, es que no hablaste de él —respondió como si fuera lo más obvio.

—No, John estaba de viajes de negocios, él es...

Arquitecto, un gusto señora —respondió estrechándole la mano.

—Ya veo.

—John se encargará de ayudarme con algunas de las cosas pendientes en casa, ¿verdad cariño?

Él fijo su vista aún más sorprendido.

—Claro que si —respondió serio.

—Qué lindo —Molly esbozó una media sonrisa—. Me gustaría que fuesen a cenar un día de estos a mi casa.

—Lo haríamos pero estamos tan ocupados en...

—Claro que lo haremos —respondió él—. Quiero conocer a nuestros vecinos, ¿verdad cariño? —fijo su vista en la mía.

Le sonríe. Iba a matarlo después de eso. ¿Qué mentira me inventaría después de decir que si?

—Claro.

—Bien, entonces te llamaré Susan, debo irme, voy un poco retrasada a mi trabajo.

Molly se alejó de nosotros y cuando me percate que estaba lo suficiente lejos de ambos solté el brazo de John.

—Así que esposo...

—Mierda, mierda... —me repetía una y otra vez—. La he cagado.

—¿Cuándo nos casamos que no recuerdo la fecha? —bromeó con aquello.

—Lo siento, no sabes como lo siento es solo que, no la soportaba ya.

—Puedo ayudarte con eso de la mentira, a cambio de ya sabes.., me dejes quedar en la casa.

—No. De ninguna manera —refute.

—Entonces no me hagas parte de tu mentira.

Pase exasperada mis manos por mi cabeza. Si le confesaba la verdad a todos después de eso quedaría en ridículo y como una mentirosa. No me quedaba más opción que aceptar la ayuda de John.

30 DÍAS DE MATRIMONIO (Editandose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora