(DISPONIBLE TAMBIÉN EN SUEÑOVELA)
La vida normal de Ice empezó a cambiar cuando sucesos o más bien individuos misteriosos comenzaron a aparecer en su vida. Blak; Maximous Blak fue lo primero, el chico por el cual su vida comenzó a ir de cabeza. Segu...
Había visto todo. Aquel chico de negro se la había llevado. Tendría que haberle avisado, haberse hecho notar.
En los últimos días se había sentido perdido, desorientado. Como si algo lo estuviera arrastrando a quien sabe donde.
Pero la chica de ojos azules lo había mantenido cuerdo en aquel poco tiempo que la conoció. Pero ¿porque? ¿porque sentía paz al mirarlos? Tal vez fuera porque era la única anormal en aquel mundo extraño, la única que sobresalía de todo aquel que había conocido, la única que no había sido mala con él.
¿Porque aquel chico se la llevaba?
Había estado tan distraído estos días que no se había dado cuenta de lo que sucedía a su alrededor.
Pero no podía seguirlos, algo lo detenía. Quizá el hecho de que no confiaba en aquel chico y que su corazón decía que vaya a avisarle a alguien con más potencial en caso de lucha. Pero se quedó quieto, estático, como si no supiera hacer el siguiente movimiento.
Aquel sentimiento se había perdido en aquellos últimos días, pero de un segundo a otro había regresado. ¿Porque?
Escucho unos pasos a su izquierda lo asustó. Pero no se movió.
Vio a un muchacho subir, alto y musculoso, de ojos marrones y pelo castaño. Su rostro permanecía serio. Con sus largas piernas caminó hasta el cuarto de la señorita May, por donde ellos se habían ido, y toco 3 veces. Donde nadie respondió.
Miro hacia la otra puerta, la segunda oficina de Luke improvisada, que en realidad era más como un cuarto de archivos. Caminó hacia ella y toco de nuevo, pero nadie le respondió.
-No hay nadie aquí- dijo Jack. Pero el chico ni lo miró, no pareció haberlo escuchado.
Jack trago en seco, y con sus ojos verdes-azulados, vio como el chico desapareció escaleras abajo.
Ya entendía más el porque la repentina aparición de aquel sentimiento que lo embriagaba. Algo que hace poco había dejado de sentir pero ahora había vuelto como si fuera una golpiza.
El hecho de sentirse invisible había vuelto con más pudor. Y su corazón latía con fuerza en respuesta, como si se estuviera burlando de él.
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Solo llevaban 2 horas de viaje. 2 HORAS Y NADIE HABÍA HABLADO.
Mi estómago había comenzado a rugir en respuesta, lo cual obviamente se escuchó por todo el auto.
¿Porque ellos se veían cool mientras yo en 2 horas mi estómago había empezado a doler del hambre y mi incomodidad por el silencio crecía dejándome ver como una tonta? Era la única que se removía en el lugar, mientras que los otros dos parecían tranquilos en su mundo, como si esto fuera cosa de todos los días.
