No era de esperar que ver comida me diera hambre, ya eran pasadas la una, era obvio que me agarraría hambre pero...

−¡¡como sea, es mi problema así que, porqué no te vas tú y ese viejo a la Mierda porque yo no pienso...!!−

Comencé a escuchar los gritos de enfado de mi padre, su vocabulario eran tan primitivo y crueles que no lo soporte y termine saliendo del coche, me afirme un momento en la puerta y mire a la tienda, notando claramente un cartel el precio de la docena, de inmediato urge mis bolsillo buscando si tenía dinero, ya que a veces entre mi ropa siempre guardaba al-menos 100 yenes, pero recordé que lo había gastado al esperar a papá en la empresa, estaba por desilusionarme, cuando recordé que tenía un billete de 500 yenes en el interior de la pañoleta cosa que al llevar mi mano al cuello recordé que no la tenía conmigo ya que... antes de subir al coche la había dejado caer...

– ¿Qué haces afuera? –escuche a mi padre hablar tras mío.

− Nada que te incumba − rodee un poco la mirada notando que estaba a mi lado.

− ¿ahora me vas a tratar así?−

− ¿debería hacerlo mejor, después de todo lo que pasó?−

−No fue mi intención−

−a otro perro con ese hueso−Gire mi mirada a mis pies− eres igual que madre. –

−no me compares con esa bruja−

−se... claro... ¿Cómo no podría compararlos? Cuando ambos me odian, cuando ambos me ignoran, cuando ambos intentaron matarme, cuando ambos me mienten. Los odio a los dos... −

−si tanto me odias, ¿Por qué no te has ido de mi lado? Te escapaste de esa bruja que te dio a luz, ¿Por qué no hacer lo mismo con este diablo?−

− ¿Por qué no hacer lo mismo? Es lo que me pregunto ¿Por qué no puedo dejarte? ¿Por qué no puedo odiarte por completo como odio a mamá? − le miro a los ojos. − ¿Por qué aún sigo teniendo la esperanza de que algún día me vas a querer y llamar hijo cuando se perfectamente que nunca pasara? –siento caer mis lágrimas recorrer mis mejillas− realmente no sé porque no puedo tirar todo a la borda y rehacer mi vida, puedo vivir tranquilo en casa de mi madrina, he incluso el señor Akiyama me abriría las puertas de su casa y me acogería como su hijo, pero... no puedo... ¿Por qué no puedo dejarte? –

Al instante padre sin decir nada, solo rodeo sus brazos alrededor de mis hombros y afirmó una de sus frías manos en mi cabeza, no sabía el porque me estaba abrazando, pero al escuchar su corazón palpitar lentamente, sentí un poco de calma... tenía ganas de rodear mis brazo alrededor de su cintura, pero a la vez no quería llenarme de ilusiones, papá nunca se comportara como el padre amoroso que desde niño desee tener...

−la razón por la que no puedes odiarme, es por la misma razón que yo no puedo odiar por completo a mi padre− Hablo con un tono recio.

Mucho no se dé su reacción de padre e hijo, lo único que sé es lo breve que me contó a la tarde noche, además como solo lo conozco de lejos  a mi abuelo ya que padre nunca me dejo que interactúe con él, no puedo saber si realmente es como él dice. Insiste en que llame al Señor Bastian abuelo y a la señorita Amelia tía, ya que él justifica que ellos son su verdadera familia.

El resto de su verdadera familia los tiene como muertos, pero aún tienen contacto. ¿Será esa la razón de porqué dijo eso? la razón por la que él no puede odiar al abuelo y yo no poder odiarlo, es ¿Por qué después todo somos familia?

No... si realmente fuera de ese motivo, yo no odiaría a muerte a mi madre... aunque... ahora que lo pienso, papá también odia a su madre... nunca habla de ella... y... ¿esto será mi futuro? No... No quiero eso... Al instante termine por empujarlo un poco y quedar mirando a sus ojos.

"EL AMOR NO SE OLVIDA" (PAUSADO)Kde žijí příběhy. Začni objevovat