«CAPÍTULO DOCE»

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Cam volvió a soltar otra carcajada.

—De acuerdo Paige—apretó un botón liberando a la chica—. Haz sido completamente sincera conmigo y eso lo aprecio, vas tomando la delantera. Will tu turno.

El chico entró a la cabina e intercambió miradas con la castaña quien salió para pararse detrás de la vitrina.

Cam hizo con Will lo que hizo con todos y empezó con las preguntas.

—Bien Will ¿Alguna vez antes de la isla te has enamorado?

—No, siento que el amor es un tema complicado. No soy muy fanático de esas cosas.

Paige sintió una punzada en su pecho.

—Pero obviamente no le cierro las puertas al amor.

—Ok. Siguiente pregunta: ¿Pensamiento impuros con esta nena? —señaló a la chica quien se sonrojó.

Will suspiró y agacho la mirada pesadamente.

—Lo lamento Paige—la miró avergonzado—. Pero sí. No lo hago intencional, soy hombre y ella llama realmente mi atención—le sonrió un poco.

Cam estaba gozando del momento. Sabía lo incomodo que se iban a sentir los participantes entre ellos después de este reto.

—¿Eras capaz de reconocer a Paige y a Channel cuando se vestían completamente igual?

Will no pudo evitar soltar una carcajada y asentir frenéticamente.

—No puedo creer que te enteres de todas las cosas que hago, Cam.

—Tenemos cámaras por todos lados, Will—sonrió—. ¿Cómo?

—Sencillo—se encogió de hombros—. Paige tiene un bonito lunar en su ceja derecha.

Paige inmediatamente posó su mano en ese lugar.

Cam miró a la chica y sonrió.

—¡Es cierto! Nunca me habría dado cuenta—Will sonrió.

—Soy detallista ¿Qué puedo decir?

—Penúltima pregunta: ¿Tienes una canción con la que piensas todo el momento en Paige?

Las mejillas de Will se volvieron completamente rojas. ¿Cómo es que sabía de la canción? Joder... no podía creerlo, el conductor sí que había llegado demasiado lejos.

Esa canción era especial para él. La escuchaba con sus audífonos cada vez que se iba a dormir y no podía evitar que la chica llegará a su mente de inmediato.

Tal vez era por eso que le gustaba tanto...

Porque le recordaba a Paige completamente.

—Y-Yo...—miró a la chica quien se había sonrojado levemente—. S-Si...

—¿Nos podrías decir cuál es?

—¡No!

—Bueno... una última pregunta...

—¿Qué esa no contaba cómo pregunta?

—¡Cállate y déjame terminar que el conductor soy yo! —Will bufó—. Will—el chico lo miró atento—. ¿Estás enamorado?

Un gran silencio se hizo en la cabina. A ambos chicos se les cortó la respiración.

—No.

Y una gran descarga eléctrica se sintió por todo el cuerpo del chico. Su cuerpo se retorcía de un lado a otro mientras intentaba poder parar con aquel dolor.

Drama en la IslaWhere stories live. Discover now