Sólo la nana...

Capítulo 3

Tú: ¿qué quieres? - dije fastidiada
xx: ¡Vuelve a la casa ahora mismo, si no quieres que cancele todas tus tarjetas! -me gritó, ¡Ohoh! Problemas con mi padre

Tú: ¡Papá! - al contestar ya era demasiado tarde mi papá me había colgado

Bajé corriendo a donde mi abuela

Tú: ¡Alice! -grité

Alice: Cariño, tranquila ya voy a matarla yo - dijo riendo

Tú: No, Alice, tú hijo - dije desesperada

Alice: ¿Ahora qué? - sonrió moviendo la cabeza

Tú: Me cancelará todas las tarjetas si no regreso ahora - dije nerviosa

Alice: Dámelo - extendió su mano hacia mí

Tú: ¿Qué? - dije desconcertada

Alice: El teléfono cariño - dijo riendo

Tú: Oh sí, perdón - sonreí apenada

Le entregué mi celular y mi abuela salió al patio trasero para hablar con mi padre, después de algunos minutos, mi abuela regresó

Alice: Te quiere en una semana allá, espero que para esa fecha ya no esté enojado, mientras, ¿A dónde quiere ir mi niña hermosa? - me sonrió tiernamente

Tú: Vamos de compras -sonreí traviesa a mi abuela

Alice: A reventar las tarjetas cariño - me dio una mirada cómplice

Salimos de casa de la abuela, no sin antes dejar calentando el agua de la piscina para nosotras, al llegar a la plaza, nos bajamos y entramos a todas las tiendas posibles.

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Tú: Alice, no, éste no, me veo muy gorda, ve esto, lonja por todos lados Alice Collins - dije molesta

Alice: Cariño, lo gorda déjamelo a mí, tú estás más flaca que una anoréxica - bien, mala referencia abuela

Miré al espejo y mi mirada se fueron a unas nalgas respingadas y conocidas para mí, Louis, mi mejor amigo.