Miguel Mcbleder Y El Misterio De Rosmerta

El Llamado

Los alumnos ya se habían levantado, puesto su uniforme, y con una sonrisa y chismes fueron al comedor a desayunar, pero se encontraron a Alexa, ¿ Que estará haciendo? ¿Planeara algo contra él grupo? Les importó bastante ya que cualquier cosa podría pasar.

- ¿Que estará pasando? Rosmerta ni siquiera esta aquí.- Dijo Miguel indignado - Bien, a la tercera hora a los chicos de sexto les tocara con la Maestra Rosmerta, así que aprovecharemos que planeamos un buen plan, y saltarnos esa hora como dijimos.- Dijo Cony, recordándoles es plan a sus amigos. - bien, tenemos cinco minutos de sobre, Cony, Miguel, Petra y Yo iremos a observar, ustedes nos avisaran tocan la campana para ir a la clase de pociones.- Así que Anto y sus amigos de Ravenclaw se fueron donde vieron a Rosmerta por ultima vez.

Pasaron por él patio trasero, pisando los pequeños charcos que se formaron cuando Neville Longbottom, él maestro de Botánica regó las plantas de aquel patio, y cruzaron él largo puente de madera, corriendo, ya que quedaba poco tiempo.

- Bien, aquí esta, llegaremos en muy poco tiempo.- y así fue, llegaron al barranco, retrocedieron tres pasos del barranco, y lanzaron Wingardium Leviosa, y levantaron entre los cuatro la gran y pesada roca, dejándola a un lado. - Genial.- Dijo Miguel sarcásticamente - una escalera en caracol, si es mucho de profundidad... - añadió mirando la larga y enroscada escalera.

Mientras mas bajaban, más oscuro se hacia, bajaron con cuidado, ya que si había alguien, podría pillarlos instantáneamente.

- Bien, ya llegamos, esta todo apagado.- Dijo Cony, he hizo un movimiento con la varita, y las pocas antorchas que habían se encendieron, pero se apagaron a los segundos después. - sera que ocuparemos lumos.- Dijo Anto, y los chicos encendieron la luz brillante que ilumino bastante más que las antorchas que habían.

Los chicos escucharon bajar a unas personas, y se fueron corriendo a unos pilares de piedra, que habían en hileras sosteniendo él techo de piedra, era como una cueva, la que había allí, además, había otra pared, pero esa era de ladrillos con unas puertas grandes de madera (como las del Gran Comedor) ¿Que habría detrás de esa sospechosa habitación?

- Deben de ser los chicos.- Susurró Miguel. - Bien, debe de estar por... ¡Aquí! - Era Rosmerta, dirigiéndose a la puerta con un fajo redondo de llaves antiguas.

- Debemos irnos de aquí, rápido vamos.- Susurro Petra, mientras caminaba hacia atrás mirando como la gran y ancha puerta se habría y entraba la maestra. -suban rápido, debemos ir a pociones, o el profesor Thompson nos regañara.- Advirtió Reny. Los fríos escalónes de piedra no sonaban al paso de que subían, haciendo que pasarán desapercibidos.

Con mucho cuidado fueron cruzando el puente, no por si se llegase a caer, sino a que los pillaran, pero habían algunos alumnos llendo a sus clases, y aprovecharon de camuflarse entre los alumnos. Corrieron por el largo pasillo con murallas de unos ladrillos de piedra con el piso de un verde oscuro (ya que se encuentra la casa de Slitherin), casi resbalándose por el tipo de cerámica; ya llegaron a la puerta, que estaba siendo cerrada por el maestro de pociones.

- ¡Ah! Pero que sorpresa, ¿Que les pasó? .- Preguntó con curiosidad el profesor. - fuimos Ah... - a hablar con la profesora Flory - excusó sacándolos de un apuro. - De acuerdo, entren.- Dijo el maestro abriendo la puerta.

Los chicos vieron a sus amigos, sentados en la mesa con un caldero y el libro, aunque no sabían todavía que debían hacer.

- Bien, como sabrán, deben hacer más pociones, pero... ¿de que? Tendrán la oportunidad de escoger... compañero jajajajaja... ¿no? Bueno...
En su libro encontrarán pociones de todo tipo, pero necesito una Félix Felicis o también puede ser que hagan una poción para la fuerza, que está en la página quinientos cuarenta y tres de su libro, y la Félix Felicis en la trescientos cincuenta y dos.- Explicó enseñado las páginas.