P R Ó L O G O

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"Unable are the loved to die, for love is immortality" - Emily Dickinson

"Incapaz es lo amado de morir, pues el amor es inmortal. - Emily Dickinson"

    ⁃ Y entonces el pirata rebelde se sometió al amor que sentía por su doncella capturada, y navegaron los siete mares felices para siempre. El fin. - Charlotte sonrió encantada por aquella romántica historia, su madre era una soñadora felizmente casada con un lord, pero en lugar de vivir en el nublado Londres y su ajetreada vida aristocrática, James había decidido mudarse a Nueva Orleans, para vivir en la ciudad natal de su bella esposa criolla y tener allí a su hija.

    ⁃    Me encantan tus historias, maman. - murmuró Charlotte, medio dormida. Su madre le acarició sus rizos castaños chocolate; había heredado sus facciones morenas, aunque su tono de piel parecía ser mucho menos oscuro que el de su madre y tenía una nariz respingada como su padre, Charlotte prometía ser una mujer de gran belleza. Todos en el bayou estaban ilusionados por ver con quién se casaba la pequeña de diez años.

    ⁃    Lo sé, mon amour. - Charlotte escuchó las pisadas de su padre cerca de su cuarto, después, el peso de otro cuerpo en el borde de la cama, el sonido de un beso en los labios y luego uno para ella en la frente.

    ⁃    Dejemosla descansar. - las pisadas de sus padres se escucharon suaves detrás de la puerta firmemente cerrada y en sonido de sus risas mientras iban a sus aposentos en el ala Este se perdieron conforme la pequeña comenzaba a recuperar el sueño.

Charlotte cerró los ojos, feliz por la vida que tenía, sus padres se amaban y la amaban con locura, ¿Qué podía salir mal?

Esa noche hubo una neblina espesa, un barco de velas negras se divisó por aquellos que paseaban por los puentes que daban vista al río:  Los piratas habían tocado puerto.

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El grito de su madre la despertó de un salto, los demás sonidos llegaron después: mesas volcándose, porcelana rompiéndose , vidrios quebrados y pisadas, varias pisadas y el grito de su padre; su madre lloró frases que no se lograban escuchar con claridad por la puerta cerrada. Charlotte se encontraba paralizada en su cama, sentada con la espalda recta como una vara, aferrando su edredón hasta que sus nudillos se quedaron blancos y sus muñecas se entumieron. Su mamá ya no gritaba, ya no lloraba, su padre gritó el nombre de su madre y se deshizo  en un llanto desgarrador, de aquellos que te hacen dar un vuelco al corazón y te late la sangre ne los oídos.  

Charlotte jamás había escuchado a su padre llorar.

    ⁃ ¡Largo! -  se escuchó el sonido de forcejeos, hombres riéndose, su padre jadeando por el esfuerzo. De repente, las pisadas se escucharon más cercanas a ella. Charlotte se sintió liviana del miedo. - ¡no entren ahí!

La puerta se abrió en el mismo instante en que ella se acurrucaba como podía en un baúl lleno de peluches, se tapó con ellos y escondió su cabello debajo de su camisón, conteniendo la respiración mientras observaba, a través de un pequeño agujero, varios pares de botas con lodo manchaban el piso de madera de su habitación.

    ⁃ Parece que tienen una hija. - comentó uno de ellos con un entusiasmo que a ella la confundió. ¿Por qué ellos estarían ilusionados de verla a ella?

    ⁃    No esta aquí. - su padre entró en escena, alcanzo a ver sus pies descalzos y el camisón que usaba para dormir. Se le escuchaba tan alterado que una parte de Charlotte solo quería salir de su escondite y abrazarlo, pero el miedo la hizo entrar en razón. No te muevas, se ordenó. - esta de visita con su abuela en Londres, solo estamos Jaqueline y yo. - su voz se corto. - llévense lo que quieran, solo déjenos vivir.

Capturada Por Un Pirata •••COMPLETADA•••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora